Eterno Amor [AC]

35.

                   . Anahi Lennox.

Me levanto, Christopher no está, no creo que sea tan desgraciado para irse, me levanto y me coloco una bata, camino a lavarme los dientes y salgo directo a la sala, Christopher esta sentado en unos de los sillones con las piernas estiradas y con mi lapto en las piernas.

—Que haces con mi lapto.

—me olvide traer la mía, abrí la aplicación de la central para poder mandar un archivo.

Suspiro aliviada, gracias a Dios por no dejar que abra mi Gmail, hay tengo archivos importantes para mi venganza.

—cambiemonos tenemos que ir a la central.

—son a las 10 am y quieres ir a la  central, el sexo te puso bruta, hoy hay libre.

—gracias por recordármelo coronel, y ahora ame preguntó que sigue haciendo en mi casa, que no tiene usted una o que.

—alista te saldremos.

—ya calmate, pareces que fuera una muñeca que me haces cambiar cuando tu quieres.

—ponte ropa cómoda.

—Christopher.

—tienes tres minutos.

Resoplo y regreso a mi habitación, minutos después ya estoy cambiada y me puse unos Licreras negra larga y una blusa de tirantes.

Salgo y Christopher ya esta cambiado, ahora esta en el comedor con el desayuno.

—preparaste esto?.

—lo pedí a domicilio, come se nos hace tarde.

—ya decía yo que no podía se un milagro que cocinace.

Comimos en silencio, el también va con ropa deportiva, una vez terminamos me acuerdo que Julián dijo que me iba a llamar para darme noticias, debió llamarme, busco mi celular y no lo encuentro, voy a la habitación y esta en la mesa de noche.

Regreso a la sala donde Christopher sigue comiendo.

—Christopher escuchaste mi teléfono sonar por si acaso.

—no, yo estuve enviando el archivo, y en la madrugada estábamos dormidos, como voy a escuchar.

—tranquilo solo preguntaba, seguro aún no hay noticias. Lo último digo en susurros.

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—Que se supone que haremos?.

—Vamos a jugar uno contra unos, veamos nuestra puntería.

Creo que voy a volverme loca, estamos en ese campo de batalla donde se dispara con balas de pinturas, lo miro como si fuera loco y el alza los hombros.

—Quién de los 3 balazos al otro pierde.

—se puede disparar donde queramos. Pregunta Christopher.

—si ustedes establecen las reglas si, sino sólo en el cuerpo, entendido.

—si.

Nos colocamos el casco y comenzamos a correr en direcciónes contrarias, conociendo a Christopher si va a apuntarme en la cabeza, me meto a una casa y lo busco, lo veo corriendo a otra casa cuando a lo lejos veo como una bola d epintura se me ha cerca, me agachó sorprendida, como lo hizo.

Agarro mi arma y por dios soy capitana esto no me debe afectar, armo un plan y rodeo la casa para que no me vea, me paso al otro lado y lo veo agachado apuntando a la casa que se supone que estaba, lo tengo de espaldas, apuntó y pum!.

—buena esa, ahora espera la mía.

Le di en la nuca, eso debió doler, se gira y me vio ahora estoy corriendo para que no me atrape, cuando se escucha un disparo me agachó y me salvo, corro agachada para que no me vea a lo que pasó y pum!

—auch!, grosero.

Me dio en la nalga, me frotó y el está detrás de mi, me posicionó en una pared y apuntó, el está igual, saca apenas la cabeza y le doy, celebro mentalmente y me escondo, una y gano.

Sigo y nos ponemos frente a frente apuntandonos.

—dispara marica.

—porque no lo haces tú.

—quiero ver como te pones nerviosa.

En verdad estoy nerviosa, cuando me decidí le disparo y da en la cabeza, el da al mismo tiempo que me cae en la cabeza, sigo dándole otro y le doy, corro aunque ya gane pero conociéndolo pum!.

—otra vez no!.

—va a estar rojo.

Como no si me dio otra vez en la nalga pero en la otra, sonríe levemente y se acerca, nos quitamos los cascos y esta sudado, fue una buena partida, me abraza por la cintura y me besa.

—sin duda mi coronel.
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Eso es todo por hoy, epseor les guste aundo bien ocupada chicas, subiré pronti, tal vez hoy tal vez mañana, les recuerdo que cuando acabe este FANIC, comenzaré con mi otra novel a, espero el igual del apoyo chicx por favor.

Besos.