_ ¡Estás diciendo tonterías! - dijo de nuevo su madre. Era la única que se atrevía a enfrentarlo. _ ninguno de nosotros te haría daño, no sé quién te metió esas tontas ideas en la cabeza.
_ Por desgracia no son ideas. - se volvió hacia ella encarándola. _ en mi vida solo te pedí dos cosas y una de ellas fue que cuidaras de mi hijo, ¿y qué hiciste? No solo no cuidaste de él, pusiste tus manos sobre él y dejaste que los demás lo hicieran, ¿quién se atrevió a golpear a mi pequeño? - gritó encolerizado mirándolos a todos. ¿quién se atrevió? - dijo con rabia. _ sé que no me lo van a decir, ¡maldita sea! - gritó. _ las autoridades están a punto de quitármelo. - dijo con amargura. - y se lo darán a la mujer a la que tanto odian y desprecian.
_ ¿Entonces qué haces aquí llorando y peleando con tu familia? - lo enfrentó su madre. _ ¡ve por él y recupéralo! - lo instó. _ ¡quítaselo! ¡Esa mujer no es digna!
_ ¿No es digna? - la miró con odio. _ porqué, ¿porque tú lo dices? Tú que mentiste, tú que engañaste, tú que traicionaste, tú que me apartarse de ella.
_ Jamás te he mentido, ni engañado.
_ Hace un momento te dije que solo te he pedido dos cosas en la vida, la segunda fue que intercedieras con mi padre para que me dejara en paz y no me obligara a ir con él, porque no quería vivir la vida que él llevaba y me decías que lo intentabas. No era verdad, nada de lo que decías era verdad.
_ ¡No puedes juzgarme por buscar el bien para ti!, ¡mírate! ¡ahora eres alguien grande, alguien importante, con riquezas y poder y me lo debes a mí, deberías agradecerme!
_ ¿Agradecerte? - la miró con incredulidad. ¿agradecerte que me haya convertido en un asesino, que me hayas quitado a mi esposa y a mi hijo, que hayas destruido a mi familia?
_ ¡Tu familia somos nosotros! Esa era una trepadora, ella y su bastardo están bien donde están. Tú eres más que eso, nos tienes a nosotros.
Él no supo en qué momento estaba sobre ella, arrinconándola contra la pared. Jamás imaginó que algún día la tendría de esa manera, pero había caído de su pedestal, ahora la veía tal cual era.
_ ¡No vuelvas a insultarla! ¡ni ella ni mi hijo lo merecen y no lo permitiré!
_ ¡Deja de portarte como un cretino! - se apartó de él. _ ¿dónde estabas antes? ¿por qué no los defendiste en su momento? le creíste a otros antes que a ella, por algo sería, no quieras ahora hacerte la víctima.
Él dudó, ella tenía razón, estaba ahí peleando por ella, pero ¿dónde había estado cuando verdaderamente lo necesitó, cuando con el solo hecho de haber confiado en ella le habría evitado todo aquello por lo que pasó? Él era tan culpable como cada uno de los que ahí se encontraban.
_ ¡Maldita sea! - gritó aventando lo que tenía más a su alcance, sobresaltándolos. Para ese momento, todos lo veían con temor. _ ¡Sí, soy igual de culpable que ustedes, pero no por eso, esto se queda así! ¡Todos van a pagar! - gritó.
De un momento a otro, todo se convirtió en un caos, miró como sus cuñados se llevaban sus manos en busca de sus armas.
_ ¡Ni se les ocurra! - sacó la suya mucho antes, de que siquiera pudieran llegar a las de ellos. Bruno también tenía la suya ya en sus manos apuntando.
_ ¡Siempre les di todo cuanto pidieron! - dijo dolido. _ ¡jamás les faltó nada, a pesar de que ninguno hizo nada por ganarlo, me partí el alma trabajando para ustedes, porque era lo único que pensé que tenía, mi familia y ahora veo que no dudarían en asesinarme si pudieran! - río con desprecio. _ ¡eso es lo que me he ganado de ustedes, no son más que un montón de traidores malagradecidos, sin amor y sin sentimientos, incluida tu madre! - dijo con dolor. _ ¡porque tú eres la peor de todos! ¡Cuando menos de los demás podría esperarlo, porque no soy tonto, veía los celos y la envidia que me tenían! ¿pero tú? ¿Tú qué me decías amarme, comprenderme, que me sostenías cuando estaba caído?
_ ¡No puedes dudar de mi...!
_ ¡Cállate! - la interrumpió con brusquedad. _ ¡no puedo perdonar el que me sostuvieras la nano cuando me apuñalabas por la espalda, cuando destruías lo que más amaba en la vida, cuando me destruías a mí!
_ ¡Ya me cansé de tu insolencia! - lo enfrentó de nuevo. _ ¡tú sin mí no eres nada, lo que eres lo eres gracias a mí, tu falta de carácter y tú debilidad no te hubieran llevado a nada más que al fracaso, sin mí no vales nada!
_ ¡Tu eres mi fracaso, contigo soy débil, a tu lado es cuando no tengo carácter, pero eso se acabó, les aseguro a todos que eso se acabó. De ahora en adelante no tendrán más mi apoyo!
_ ¡Deja de hacer tu berrinche! - intentó tomar el arma de sus manos. _ ¡ve a descansar y cuando estés más calmado hablamos, ahora solo estás alterado!
_ ¡Sí! - se apartó de ella con brusquedad. _ estoy alterado y tengo motivos, porque mi familia me traicionó, mi madre y mi hermano me tendieron una trampa y no solo eso mandaron asesinar a mi esposa, y no conformes, me culparon a mí, ahora ella cree que fui yo quien lo hizo y que fui yo quien maltrato a nuestro hijo. Yo... Que los amó como nunca ame a nadie, yo que soy el hombre más estúpido del mundo por creer en mi familia antes que en ella, la única persona que fue transparente conmigo y que me amó de verdad, la única persona que pasó lo que pasó, porque confió en mí, en qué la amaría y la defendería ante todos, pero le fallé a ella, le falle a mi hijo y para su alegría los perdí a ambos... Para siempre... Pero también ustedes saldrán de mi vida... para siempre. Quiero que salgan ahora de aquí, y no me refiero a esta habitación, ni siquiera de esta casa, se van a marchar de este pueblo, de mis propiedades
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FUE MI ERROR
RomanceSantiago Morán, un hombre con un pasado oscuro y tormentoso, no sabe amar porque nunca ha sido amado. De pronto, el amor llega a su vida y sin pedir permiso se posiciona en lo más profundo de su corazón Sin embargo, él no vivirá lo suficiente, par...