Esa noche Santiago no pudo dormir. Un dolor profundo atenazaba su pecho. - ¿cómo había permitido que las cosas llegaran a tal extremo?, él siempre pensó que su hijo era bien atendido, ¿cómo pudo írsele de las manos a su madre?, ella que era tan meticulosa, ¿no se había dado cuenta de que su nieto no era atendido como se merecía? <<también ella se había confiado como él>> concluyó. pero eso no quitaba que su hijo había sido desatendido y que a él lo habían engañado, y eso lo ponía furioso. Esa noche todos se habían llevado una gran reprimenda. Esperaba que en el futuro no volvieran a cometer el mismo error y que cambiaran su actitud para con el niño.
***
Florencia se llevó el susto de su vida, por un momento pensó que había sido descubierta por su hijo, pero como siempre, tenía salidas para todo, lo más fácil fue culpar a los demás y le dio resultado, estaba segura de que su hijo jamás dudaría de ella y que todos y cada uno de los miembros de su familia harían cualquier cosa con tal de no ganarse su enemistad, conocían su carácter muy bien.. y de lo que era capaz***
Elizabeth permanecía inmóvil, anhelando que por fin ahora si pudiera ver a su pequeño, aún temía que con orden judicial y todo, Santiago se echara para atrás, ella sabía de primera mano de lo que él era capaz de hacer y sabía que, aunque estaba la policía con ellos, aun así, estaban en desventaja, solo bastaría que el diera una orden y sus hombres acabarían fácilmente con todos.Siempre había escuchado muchas historias a cerca de él, serían ciertas o falsas el caso era que ella nunca durante el tiempo que vivió a su lado, lo vio a él o a sus hombres comportarse de forma inapropiada, pero lo que había hecho con ella daba mejor testimonio que cualquier cosa que se dijera acerca de su actuar.
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Santiago estaba molesto y fastidiado, quería que esto acabara ya, quería que esa mujer saliera de su casa y de su vista.Pensó que el coraje que le tenía sería suficiente para que cuando la volviera a ver no lo afectara, pero ahora se daba cuenta de que ella a pesar de no hablar, de no voltear a verlo siquiera, seguía ejerciendo una gran influencia sobre él. Se maldijo por esto, no podía sacarla de su cabeza., nunca había podido, y ahora la tenía frente a sí y seguía luchando entre amarla u odiarla.
Caminó desesperado de un lugar a otro.
Disimuladamente la observaba entre vuelta y vuelta, se veía tan frágil, tan inocente, de nuevo comenzó a dudar, se odió por eso, él la había visto, nadie se lo contó, era culpable, no había vuelta de hoja.
Por fin Andrés salió acompañado de su abuela, su tío y sus tías, también Nicolás estaba ahí.
El niño nada más ver a su madre, corrió hacia ella, ante la sorpresa de todos, ni siquiera Elizabeth esperaba que la reconociera después de tanto tiempo, pero ahí estaba, con sus bracitos alrededor de su cuello.
Santiago sintió un dolor en el pecho, ella había sido una mala madre y ahora tendría que compartirlo con ella, pero era su madre y el niño la quería. Observó cómo ambos se abrazaban, ella sobre todo, estaba muy conmovida, por un momento la vio ponerse pálida y llevarse las manos a la cabeza, pensó que iba a caer y por instinto se adelantó un paso para sostenerla, pero ella se recompuso rápidamente y el volvió a su posición original, reprochándose el ser tan vulnerable respecto a ella.
***
Elizabeth estaba que no cabía en sí de felicidad al estrechar por fin entre sus brazos a su hijo, también le dio gusto ver a Nicolás, la única persona, a la que le daba gusto verla ahí, él, desde su lugar, le sonreía. En el otro extremo estaban su suegra y cuñados, no quiso mirarlos, menos a esa mujer, pues, aunque en esta ocasión ella había ganado, sabía que Florencia no se quedaría con las manos cruzadas. Sabía que había sido un shock para su suegra verla ahí, la creía muerta y para ella era un gran terror tenerla frente a sí, estaba consciente de que todo lo que había vivido era principalmente a causa de ella, y de su hijo, aunque ahora que lo pensaba, él ni siquiera se había sorprendido de verla. Ni parecía experimentar ningún sentimiento de culpa por lo que le había hecho, por el contrario, su mirada seguía siendo inexpresiva y fría, en ocasiones ausente.***
Santiago miró furioso y con impotencia como su hijo era alejado de él. Todos vieron atónitos lo que había sucedido y sabían que solo hubiera bastado una orden de él, para que todo hubiera terminado ahí. Tenía los medios y el poder suficiente para parar eso, pero no lo había hecho, por el contrario, permaneció parado, inmóvil a medio camino, viendo como su hijo se alejaba, luego lanzó una maldición, subió a su camioneta y se adentró a la sierra, seguramente se dirigiría a su rancho, su santuario, donde desahogaría toda esa rabia y se desharía de toda esa frustración para no ir a cometer una locura.Varias camionetas más lo siguieron.
Eran Bruno y sus hombres, siempre fieles tras de su jefe, aunque él no se los pidiera.
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FUE MI ERROR
RomanceSantiago Morán, un hombre con un pasado oscuro y tormentoso, no sabe amar porque nunca ha sido amado. De pronto, el amor llega a su vida y sin pedir permiso se posiciona en lo más profundo de su corazón Sin embargo, él no vivirá lo suficiente, par...