Comenzando a abrir los ojos, lo primero que vi fue un techo tremendamente conocido para mi. Entre amasijos de mantas y sábanas, me revolví y sentí un aguijonazo en mi cabeza al tiempo que sentí la desnudez de mi cuerpo.
-Nunca volveré a beber de más -sentí mi lengua seca y mi boca pastosa al tiempo que buscaba mi móvil a tientas.
-Por fin te despiertas -era Eliot que estaba en la puerta con cara de mofa. Iba vestido con un mono pijama del personaje Kurama de la serie animada Naruto- Pensé que habías caído en coma -en su mano, llevaba una taza con humeante café.
-¿Cómo llegué aquí?
-¿No vas a preguntar por mis pintas? -se quitó su capucha y se podía ver como su pelo, había sido completamente destrozado con unas trenzas maltrechas.
-No -me rasqué la nuca y sentí otro agudo dolor en la cabeza.
-Mi hermana se presentó anoche, te trajo a rastras y sus palabras, de forma explícitas, fueron: "Dile a Des cuando despierte, que mire su móvil".
-Pues no sé donde está en este momento -tenía que poner en orden mis ideas.
-No me extraña. Cuando mi hermana te aparcó aquí, más borracho que una cuba, no parabas de decir que eras una mierda de persona.
-Ay dios... -me quería morir.
-Te desnudaste de manera patética mientras seguías lamentándote -se burló.
-¿Algo más? -me avergoncé.
-Si. Cantabas al son de Vanesa Martín.
-¿Vanesa Martín?
-Si. Una cantante española -se encogió de hombros- Al parecer, por lo que contaste a voz en grito, en el camino de vuelta sonó una canción. Se llamaba, algo así como Polvo de mariposas . Y a pesar de que no entendías que es lo que decía la canción, intentabas cantarla.
-Dios... -quería morirme de la vergüenza.
-Menos mal que tu hija estaba muy dormida como para ver en que estado se encontraba su padre. Tienes que ser una ficha cuando sales a beber con amigos -se carcajeó.
-Por eso no me gusta beber -pensé mordiéndome con fuerza el labio inferior- ¿Entonces dónde está el móvil?
-En el salón. Tu hermana te lo tuvo que requisar porque buscaste esa canción y la estuviste escuchando en bucle durante 1h.
-Tengo que ver lo que quiere tu hermana -me mordí el labio inferior de nuevo- Y no morirme de vergüenza en el intento.
-Espera, ¿Puedo hablar un momento contigo?
-Espero que no sea que hice algo peor que eso -me senté en la cama.
-No, aunque me hubiera gustado grabarte. A tú hermana le hizo la misma gracia que te está haciendo a ti ahora -alcé una ceja mientras se sentaba a mi lado- ¿Qué ocurrió ayer?
-¿Tú hermana no te lo contó?
-Un poco pero se distrajo debido a los berridos de alguien.
-¿Que quieres que te cuente? Que soy un fracaso como padre, como amigo y como...¿Amante? No se como calificarme en esto último -suspiré- Eché toda la amistad que tenía con Leo por el caño debido a una mujer que ni merecía la pena; Mi hija me odia; Vosotros estáis enfadados conmigo...
-Para para, Des -sonrió- Está bien que te lamentas por todas esas cosas. Yo nunca te podría juzgar por todo eso -se encogió de hombros- Comencé a salir con tu hermana, sin saber muy bien como, y tú eras el único que no lo sabía -hizo que sonriera- Si te sirve, yo también cometo muchos errores . El ser humano es así.
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El bibliotecario y el guardián
Random¿Creéis en el destino? ¿Pensáis que la sangre une algo mas que el destino? Eso es lo que pensaba Leo al encontrarse nuevamente con aquella persona que había jurado proteger pero, tenia un ligero problema. La luna es su peor enemiga. Des, es un bibli...