El bibliotecario y el guardián

Único propósito

Hola, les habla Souren

Vaya, si que ha pasado tiempo desde la última vez que publiqué un capítulo. Me disculpo por eso. Los estudios y el trabajo es lo que tiene que no da tiempo a nada TT0TT

Bueno, no me voy a entretener más. Disfrutad del capítulo ;)

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Quería saber qué es lo que había pasado a partir de ese momento:

Oscuridad.

La oscuridad era la única aliada que había en este momento. Una fría y absoluta oscuridad me envolvía y como no sabía hacía donde iba, decidí dar pequeños pasos. Sinceramente, no sabía hacía donde iba ni de dónde venía.

Avanzando poco a poco, alguien o algo, comenzó a caminar a paso lento detrás de mí. Arrastraba los pies, escuchaba un suave tintineo y un extraño gruñido era de lo más que evidente. No sabía si sentirme aterrado o aliviado de no ser el único que estuviera en esta espesa oscuridad.

-¿Quien anda ahí? 

Me atreví a preguntar pero, al no obtener respuesta, volví a formular la misma pregunta un par de veces más. En vano y sintiendo una sofocante asfixia, paré de golpe. Sentía que me faltaba el aliento a cada paso que daba.

-¡Déjate ver! -dije respirando hondo o al menos, intentándolo- ¡No es divertido!

"Aquí estoy" escuché una voz fría, distorsionada y demasiado lejana.

-¿Quien eres? -pregunté pero de nuevo, hubo silencio- ¡Muéstrate! ¡Cobarde!

"¿De verdad quieres que me muestre?" su risa era cínica.

No hizo falta que contestara a esa pregunta tan obvia. Frunciendo el ceño, esperé algún tipo de señal o algo que se pudiera darme un poco de tregua a esta sensación de ahogo. 

Mirando a todos lados, comencé escuchar un débil susurro de un llamado que consiguió llamar mi atención. Me estaba llamando y a pesar de que me resistía, mis instintos me decían que debía seguir.

-Contrólate -intenté frenarme ante esa jugosa llamada- No debo caer ante los instintos.

"¿No?" parecía un poco sorprendido "¡Vaya! Si que eres más fuerte de lo que crees"

-Más que tú que parece que te escondes en lo más profundo de este abismo.

"Yo no me escondo de ti" parecía que el comentario, le había escocido más de lo que pensaba "Niño, a mi no me hace falta esconderme. Ahora mismo, podría mostrarme ante tu persona" de fondo, escuché una sonrisa fría "Es solo que, no te quiero asustar"

-Que prepotente para alguien que solo está escondido como una rata.

Y cuando dije eso, se formó un silencio de lo más extraño. Era esos silencios que si hablas o te mueves, podría ocurrir algo de lo que uno no estaba del todo preparado. Tragué saliva y moviendome un par de pasos a mi derecha, comencé a sentir otra vez esa sensación sofocante que me golpeaba el cuello y al darme la vuelta, de pronto se materializó ante mí algo grande y etéreo. 

Era alto, tapado con un grueso manto oscuro que parecía que estaba hecho de piel; Por lo que pude ver, sus extremidades estaban desproporcionadas ya que, sus brazos y manos, que estaban ligeramente cruzadas, se veían  humanas pero, las piernas eran de animal aunque parecía que caminaba con cierta torpeza. Creo que no estaba acostumbrado a caminar sobre las patas traseras; Transmitía un aura casi fantasmal y la piel expuesta, que era poca, se veía putrefacta; No podía ver su rostro con claridad ya que, el manto era tan grande que le servía como capucha pero algo me decía que, bajo esa ropa, había algo mucho peor de lo que estaba viendo a simple vista.