Despertándome, sintiendo la boca bastante pastosa, no supe ni siquiera dónde estaba ni cómo había llegado a este sitio. Mi estómago se sentía revuelto y cuando quise intentar enderezarme, algo o más bien alguien me lo impidió. El pequeño Declan descansaba sobre mi pecho y yo no sabía donde estaba la madre para que me lo quitara de encima.
-¡Oh! Está despierto -dijo Daphne con un vaso de agua en una de sus manos- Pensé que no iba a poder reponerse -comentó avergonzada.
-¿Que...? -me dolía mucho la cabeza- ¿Que es lo que...? -mi voz sonaba peor cada vez que la forzaba. Ella me dió el vaso de agua y una pequeña aspirina.
-¿No se acuerda? -negué con la cabeza al tiempo que ella cogía al bebé- Llegaste muy perjudicado -ella parecía bastante mas avergonzada.
-Lo siento, pero no tengo el cerebro para intentar adivinar de qué habla -intentaba sonar de lo más amable.
-Perdona -ella se alejó de mí más avergonzada. Diría que le daba un poco de miedo o al menos, esa es la impresión que me dió.
-N-No. No lo lamente -intenté sonar agradable pero entre la resaca que tenía y que no entendía a la mujer, me estaba resultando casi imposible- ¿Podría decirme qué pasó anoche y como llegué?
-¿Quiere que le haga un resumen o se lo cuento todo?
-Lo que quiera -volví a ser brusco- O de lo que pueda -rectifiqué.
-No puedo contarle mucho pero haré lo que pueda -tragó saliva- ¿Se acuerda al menos de como nos conocimos?
-Si. Me quedé sorprendido cuando supe que iba a compartir cuarto contigo.
-Después....Te fuiste y no supe a donde habíais ido. Supongo que estar con una mujer que no conoce, puede resultar un poco....Violento -dijo y al notar mi ceja levantada, carraspeó- No supe de ti en todo lo que resto de día pero supongo que anduviste por el barco. Es impresionante.
-Si. Si, lo es -no quise darle importancia.
-No se muy bien los detalles, ya que no me moví del cuarto desde que llegamos pero por como viniste y el olor a alcohol que tu cuerpo desprendía, creo que fue una buena noche.
-La verdad, a partir de la 5ª jarra de cerveza, no recuerdo mucho -pensé.
-Entonces, muy entrada la madrugada, comencé a escuchar ruido. Como de alguien viniendo hacia acá -vi que tragaba saliva- Tenía miedo así que, cogiendo lo primero que tuve a mano, abrí de golpe la puerta haciendo que te golpeara con la parte opuesta de mi espejo de mano -con razón mi cabeza también me dolía y no debido a la resaca- Perdón por hacerle daño.
-No tiene importancia -intentaba no darle mucha importancia.
-Tuvimos una corta conversación hasta que vi que su cara se puso rígida. Quise ayudar aunque en tu intento de rechazar mi ayuda, caiste contra el suelo.
-¿Hay algo que no haya hecho? -me sentí avergonzado y ella solo sonrió.
-Me pediste agua pero se veía muy cómodo entre la puerta y una silla. Fui lo más rápido que pude y cuando volví para que bebieran el agua que traía, tus ojos se cerraban pero intentabas por todos los medios estar despierto. Te tuve que ayudar a beber del vaso porque no podías llevarlo a la boca sin verte el líquido.
-¿Y como he despertado acostado si me ha dicho que me había caído al suelo?
-Yo me ofrecí a levantarlo y a pesar de sus negativas, no podrías formular palabras coherentes -alcé una ceja mientras desviaba la mirada- Me volví a disculpar por pegarte con el espejo y tu... -pero negó con la cabeza- Seguías diciendo cosas con poca coherencia.
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El bibliotecario y el guardián
De Todo¿Creéis en el destino? ¿Pensáis que la sangre une algo mas que el destino? Eso es lo que pensaba Leo al encontrarse nuevamente con aquella persona que había jurado proteger pero, tenia un ligero problema. La luna es su peor enemiga. Des, es un bibli...