Hola, les habla Souren. Parece que fue ayer cuando publiqué por última vez. Pido disculpas por la tardanza pero....Tuve algunos problemas en mi vida
Lo primero, el trabajo y los estudios te quitan más vida social de lo que yo creía XD; Luego, no se me ocurría nada por el cual escribir. Supongo que tenía lo que muchos escritores dicen ''El síndrome de las ideas vacías'' (Si, me lo acabo de inventar). La verdad, no tenía muchas ideas por el cual escribir y cada línea, borraba 40 palabras pero ya vengo con las pilas puestas. No prometo cuando volverá a ser la siguiente actualización pero, espero que no tardar 5 o 6 meses.
Muchas gracias por seguir a mi lado y disfrutad de la lectura.
Os quiero <3
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-¿Quieres que te prepare algo de comer y hablamos mientras?
Esas fueron las últimas palabras que dije antes de darme cuenta en sus negativas consecuencias. ¿Fueron malas decisiones? No lo sé pero, volvamos al principio de todo este embrollo porque creo que me he perdido un poco.
Cuando dije eso, hablé. Hablé detrás de una buena taza de café recién y con un poco de compañía. Nunca me había sentido tan libre y mucho menos, después de saber que mis palabras eran escuchadas y en el fondo, estaría agradecido.
Hablé de mi familia, mis trabajos, de mi ''esposa'' y de cómo llegué aquí con Declán y sin ''esposa'', de los planes de Pol y como había acabado como un guardaespaldas. Quería abrirme pero tuve que mentir como un ladrón al guardarme algunas pequeñeces de mi vida (como la de que me podía transformar en una horrible bestia) y por un instante, creí escuchar un gallo cantar. ¿De dónde había salido dicho animal?
-Y...Esa es la historia de mi vida -dije una vez que había acabado mi relato.
Esperé a que Agatha dijera algo así que, me callé pero esperé y esperé y al no obtener respuesta alguna, bufé y cuando miré su rostro por primera vez, ya que cuando me estaba sincerando no la había mirado a la cara ni una sola vez, vi que varias lagrimas surcaban su rostro.
-Y-Y-Yo... -estaba tan nervioso que no podía articular palabra alguna- Y-Yo no q-quería. Solo...
-Calla -me puse rigido- Dame un momento y me recompongo -y dicho esto, sacó un pañuelo azul cielo con un bordado en dorado.
Sinceramente, no sabía hacia donde mirar ya que, a pesar de que no sentía la incomodidad que sentí las primeras veces que ella se acercó a mi, estaba claro que no me agradaba ver a las personas llorar. No sabía muy bien qué hacer en ese momento.
Me levanté y dejándola un momento de espacio, me giré y vi que Declán dormía plácidamente sobre la cama. Me acerqué y sentándome en la cama, acaricié su pequeña cabeza. Momentos así de paz, si que me daban la vida necesaria como para seguir avanzando entre este mar oscuro y besando su cabecita, me tumbé. Necesitaba este pequeño momento de paz que el niño me estaba dando. Acariciando su pequeño cuerpo, los ojos comenzaban a pesarme. A pesar del café que me había tomando, cerré los ojos un momento sin ser consciente que me había quedado dormido.
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El bibliotecario y el guardián
De Todo¿Creéis en el destino? ¿Pensáis que la sangre une algo mas que el destino? Eso es lo que pensaba Leo al encontrarse nuevamente con aquella persona que había jurado proteger pero, tenia un ligero problema. La luna es su peor enemiga. Des, es un bibli...