ɢᴜᴇʀʀᴀ ᴅᴇ ғᴀᴄᴄɪᴏɴᴇs [SasuHina]

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Naruto se enfoco en ambas mujeres, nervioso, no sabía por qué su madre de pronto había tomado la desición de interrumpir la fiesta de té con su amada, sacado a los sirvientes y al mismo tiempo a casi todas las damas de compañía, menos a una de cabello rojo.

Su mirada era hostil, no la había visto tan furiosa desde aquel incidente con el segundo príncipe. Era malo, muy malo, y sabía que para esa mirada de furia de su madre no había punto de retorno.

-Usted, no lleva ni una semana entera como candidata a princesa y ya hay escándalos alrededor de la familia imperial. - Kushina arrojó furiosa el periódico sobre la mesa derramando el té.

Sakura se levantó de su asiento apresurada en un intento de no ser tocada por el líquido negro para no manchar su vestido de seda, sin embargo, no lo logro.

-Su majestad...

-No tengo el propósito de enseñarte a ser emperatriz. - Declaro Kushina interrumpiendo a la joven. -Mi agenda es ocupada y, no estoy de acuerdo con el fallo del consejo ni con el emperador de volverte la monarca.

-Madre ¿Estás dispuesta a quedar en ridículo por tu orgullo?

La mujer de cabello rojo ignoro por completo los vocablos de su hijo, en su lugar, se dirigió a paso lento hacia la joven de cabello rosa.

Sakura apretó los puños contra su vestido, la mujer se mantenía imponente frente a ella, estática con la mano derecha sobre la izquierda mientras ambas reposaban sobre su atuendo esponjado.

-Sin embargo, no puedo permitir que una mujer ignorante ocupe dicha posición. Por lo que no puedo hacer caso omiso a tu presencia. - La Uzumaki miro de pies a cabeza a la joven. - Para tu fortuna, tu maestro será alguien a quien tienes el honor de conocer.

-Su majestad... ¿Por qué?

Se aventuró a cuestionar la menor de las féminas.
Podía decir que la razón de su rechazo era obvia, quizá, la odiaba por no ser Lady Hyuga.

-¿Por qué su majestad no aprueba mi amor hacia el príncipe heredero?

La peliroja enfrió su mirada.

-"¿Acaso la hija de una prostituta es digna de ser emperatriz?"

Silencio.

-¡Su majestad! - Recriminó Naruto en un inútil intento de trazar una línea.

-¿Q- Que está diciendo?- La pelirosada tembló en su lugar.

-Hace unos años, usted... -Se corrigió. - Tú, lograste tener contacto con el príncipe heredero después de su escape del castillo.

Sakura enrojecio su rostro ¿Cómo la emperatriz sabía algo como eso?

-Recuerdo haberte visto en una ocasión. Cuando el príncipe te trajo al castillo antes de formar parte de la familia Haruno.

-Su majestad, es suficiente. -Intento interferir Naruto pero su madre lo ignoro.

-Eras hija adoptiva de una prostituta, y tú solías pedir limosna fuera de un burdel.

Su contraría tembló en su lugar, la realeza si que daba miedo.

-¿E-es mi origen lo que tanto detesta?

Kushina suspiro.

-Hace años, en el antiguo imperio, la hija de una prostituta se volvió emperatriz; Era hermosa y a su vez, era inteligente.

Kushina ordenó a la única dama de compañía salir con un movimiento silencioso, la mujer asintió, y sin mucha demora salió de la habitación.

-Muchas mujeres de sociedad desearon tomar su puesto, por lo que era común ver a esa mujer en constante peligro y ser salvada por el emperador.