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La ojivioleta bajo su taza de té con una expresión sombría, el marqués analizó sus posibilidades pero nada salía. Aunque el quisiera pelear por la mano de su hija la emperatriz lo señalaria de injusto, en pocas palabras debía ser alguien con el mismo rango que el príncipe y a estas alturas sólo había dos candidatos que se le parecieran, Itachi y Sasuke Uchiha pero el primero no estaba en su jurisdicción a diferencia del segundo, entonces, el hijo menor del duque Uchiha debía ser el indicado.

—Hinata...

—No, padre. — Interrumpió ella apretando su vestido violeta, frustrada.

Su libertad ya había sido obtenida ¿Por qué la emperatriz había actuado tan egoísta? Ella no amaba al príncipe heredero y él le había demostrado con tantas humillaciones que no sólo no la amaba si no que la detestaba, la reina lo sabía, no lo comprendía, fue alguna vez amiga de su madre y al parecer esa promesa no fue suficiente para dejarla ir y volar.

—Debes darle la orden. — Dijo Hiashi mirando a su hija centrado en su aspecto sombrío.

—Padre, no deseaba que el emperador hiciera esto, quería pelear por mi propia libertad.

—No queda más que hacer, querida hija.— El hombre suspiro. —Era la única forma de que la emperatriz no te dejará sin salidas, no eres un caballero y no puedes desafiar sus mandatos. Y yo puedo hacerlo pero mi rango es demasiado alto, necesitamos a alguien que cumpla la misma condición que posee el príncipe heredero y tú sabes bien a quien me refiero.

—Padre, él salvo nuestras vidas ¡No podemos adquirir una deuda más!

—No es una deuda, Hinata.

Ella se volvió a su padre y él exclamó.

—Aunque él fue ordenado a ser tu caballero personal no tenía la obligación de jurarte lealtad; Los caballeros suelen hacerlo cuando su maestro tiene su favor, te entregan sus vida basados en su honor.

—¿Que? Entonces, el emperador...

—Así es, Sir Uchiha solo favorece a su alteza el rey... Lo dijo explícitamente en su nombramiento, lo que quiere decir que no obedecerá a nadie que no sea él y eso incluye a la emperatriz y al sol menor.

Un segundo de silencio.

—Le he informado a su majestad que Sir Uchiha te juro lealtad antes de su nombramiento como caballero. Así que no era sorpresa que él pensará que como tú caballero podría darte libertad.

—Entonces...

Hiashi asintió.

—Es voluntad de su majestad que Sir Uchiha tenga un duelo con su heredero... Y gane.

« Su majestad...» pensó la joven aliviada y a la vez, un poco abrumada.

—Sí Sir Uchiha pelea por tu mano, no sería una deuda más, él estaría cumpliendo con su juramento.

« ¿P-pelear... por mi mano?» La fémina se sonrojo ligeramente, sabía que eso no significaba lo que se estaba imaginando por qué él no la amaba pero no podía evitar sentir su corazón enloquecer. Por un segundo su imaginación se disparó como una bala, donde podía fantasear sobre su cabello negro volando al son del viento y sus ojos rojos le ayudaban a esquivar la navaja de su rubio prometido, una batalla de príncipes en donde el protagonista principal y ganador era el moreno bajo su jurisdicción.
Abrió los ojos de par en par tras recordar la presencia de su padre quien le miro con una expresión que decía: "¿Que te pasa?"

—Entonces...— Ella aclaró su garganta y volvió neutra su expresión. —Su majestad sabía que en la casa Hyuga no había alguien más fuerte que él ¿No es cierto? — Susurro más para ella que para su padre intentando desviar la atención del mayor frente a ella.

ɢᴜᴇʀʀᴀ ᴅᴇ ғᴀᴄᴄɪᴏɴᴇs [SasuHina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora