Fugaku miro de reojo la escena romántica entre la joven Hyuga y su segundo hijo, decir que se sentía aliviado por él era una cosa, sin embargo, temia por su hijo y por las consecuencias de la furia del príncipe del imperio.
Sensacion que Hiashi compartió a su lado.
Por su parte, ambos jóvenes se encontraban aún en la sala del emperador, hablando y riendo hundidos en su felicidad.
Ellos sabían que su reputación de alguna forma había sufrido daño ante la sociedad, sin embargo, el golpe era muy leve a comparación de la humillación que Naruto había sufrido.
Ahora la aristocracia no pararía de hablar de él y de como su prometida de nacimiento lo abandono por el decimo genio de la espada. Y no sólo eso, si no de como ambos chicos habían osado insultarlo al besarse en su presencia y el emperador en lugar de castigarlos los había premiado.
La historia de su romance se correría por cada rincón de Ignis y seguro la gente distorcionaria algunos eventos, pero algo era seguro, la corona habria sufrido su primer golpe a su caída, y ellos ni siquiera lo habían notado.
Mientras tanto, los jóvenes enamorados podrían disfrutar de su perfecto romance y también, su nuevo compromiso.
Los días siguientes no solo la alta sociedad comentaba los hechos de la última reunión imperial, si no también los plebeyos y al mismo tiempo los periodistas, quienes se habían dado a la tarea de mejorar y exagerar la historia de amor de los morenos, noticia que había opacado totalmente al hecho de que en un par de horas habría una ejecución pública.[...]
Y una vez más, bajo las sombras de las mazmorras los pasos fluidos de una persona resonaban en el oscuro lugar, ni siquiera se les permitió a los acusados tener una celda noble, por el contrario, el emperador había ordenado encerrarlos en las celdas más hediondas posibles, no se les permitió comer, ni tampoco despedirse de sus amigos o familiares, el único contacto con el mundo exterior era una ventana con hierros actuando como jaula y una puerta del mismo material que era custodiada por tres guardias.
La mujer freno sus pasos en seco una vez que llegó al lugar indicado, y los guardias, quienes estaban frente a la celda salieron después de que un cuarto guardia les notificará de la visita.
Los ojos esmeralda de la chica apuntaron fríamente hacia la condesa Haruno, la cual le miro sentada desde el suelo con los ojos llenos de ira.
Las cadenas que ataban sus pies y manos detrás de su espalda hicieron un ligero sonido al moverse después de notar como su hija adoptiva entraba en su prisión.
-¿Que haces aquí? ¿Dónde está mi hijo? - Cuestionó la mujer de cabello rosa.
Sakura se limito a mirarla con desprecio, pues ahora que lo tenía todo no necesitaba escuchar su prepotente voz.
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ɢᴜᴇʀʀᴀ ᴅᴇ ғᴀᴄᴄɪᴏɴᴇs [SasuHina]
FanfictionElla era la prometida del príncipe, él era un caballero, su caballero ¿Que pasaría cuando ambos ya no puedan mantener al margen sus sentimientos?