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El estruendo de un abanico rosa pálido se escuchó inundar por escasos segundos la habitación, furiosa, una pelirosada de ojos esmeralda apretó el dobles de su vestido con ambas manos.

Sabía bien que Lady Uzumaki había dicho eso deliberadamente para intentar sacarla de quicio y hacer que ella gritara como loca ante las demás damas de sociedad, no era ninguna idiota, sabía que quería molestarla por qué su rojiza mirada se lo dijo cuando la miro durante algunos segundos escasos.

Para su buena suerte actuó deprisa y salió de ahí casi de inmediato. No sabía lo que más le resultaba molesto, que esa mujer intentará burlarse de ella frente a las demás usando los rumores de Lady Hyuga o, pensar que su amor platónico de ojos y cabello tan negro como la noche podría estar enamorado de esa "estúpida y nada agraciada" princesa heredera; El príncipe heredero era el menor de sus preocupaciones, un pobre idiota enamorado que haría lo que fuera por ella si lo pidiese en cualquier momento, un diablo que creía que ella estaba loca por él sólo por elogiarlo y escuchar sus absurdas quejas.

En lo más mínimo podría estar celosa de si ese rubio la amaba o no, más bien, lo que la había hecho detonar de ira, era que ese poderoso e imponente moreno, además de atractivo, había posado sus ojos en esa estúpida mocosa frívola y fea. Y lo que más le daba rabia era saber que su enamorado había enfrentado su espada contra el Namikaze menor sólo para defenderla.

Esa estúpida mujer...

Pensó la muchacha de cabello de cerezo. No sólo era la heredera al trono, sino que ahora los nobles tras el ataque reciente la miraban con lastima y simpatía, e incluso con admiración haciéndola ver cómo la amante inútil y ambiciosa que deseaba más a la corona que al mismo heredero.

Por más que odiara la idea, no podía simplemente ir al palacio y actuar como una amante del rubio y reclamar su supuesta traición a sus supuestos sentimientos que tenía hacia él por qué, odiaba admitirlo, si cometía un error lo suficientemente desagradable entonces su plan elaborado se iría a la basura. Y no sólo eso, su reputación caería en vano y eso no era algo que podría permitirse.

No había podido visitar el palacio pero sólo era cuestión de tiempo para poder actuar.

[...]

9:00am - Palacio del Sol.

—¡Su majestad! — Grito el canciller a todo pulmón interrumpiendo la comida familiar entre la realeza.

—¿No le enseñaron a tocar, canciller Nara? — Cuestionó Naruto frunciendo el ceño desde su asiento junto a su madre.

Shikaku se encogió de hombros al ser regañado como un niño de cinco años cuando cometía un error. El hombre se inclino y habló.

—Perdonen mi descortesía sus altezas pero, hay una llegada emergente.

—¿Que es? — Hablo Minato seriamente aminorando el incómodo ambiente.

—Se trata de uno de los sub-comandantes de la casa Hyuga.

Ante su respuesta Naruto frunció el ceño con ligero disgusto y Kushina se apresuró a hablar.

—Creí que el comandante y sus tropas habían partido ayer como se acordó.

—Y así fue, su majestad la reina. — Hablo el Nara de vuelta. —El Sub comandante, Lord Neji, solicita una audiencia emergente con su majestad el emperador, además, también solicita que el mismo proporcione un permiso para poner a algunos rehenes en prisión para seguir una investigación.

ɢᴜᴇʀʀᴀ ᴅᴇ ғᴀᴄᴄɪᴏɴᴇs [SasuHina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora