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Su novia jamás se había prestado a peleas con él, de hecho, jamás había perdido su semblante serio sin importar en qué aprieto estuviera, sin embargo, ya habían discutido dos veces y en una el Uchiha interferio.

Abrió los ojos de par en par después de pensar lo último ¿Acaso esa mujer se había enamorado de su caballero? ¿Era esa la razón por la que lo miraba y se expresaba abiertamente con él? ¿Por eso pedía la oposición de mandato? Un momento...

« ¿Me abandono por el genio de la espada?»

Se cuestionó en sus adentros comenzando a sentir incomodidad.

—La joven señorita saldrá de la capital aproximadamente a las cuatro de la tarde de mañana — Agregó el rey despertando al rubio sus pensamientos.

Él chico se volvió a su padre y le miro en silencio durante unos segundos antes de asentir, el mayor salió de la habitación casi de inmediato y después de mirar la puerta cerrarse tras él inclino su espalda contra los estantes de los libros. Respiro profundo y se sentó en el suelo pensando en la noticia recién dada por su padre.

¿Por qué no estaba contento con la noticia? El debería celebrar su libertad ¿No?.

Toc, toc.

«Mierda»

Pensó el rubio con rasgos zorrunos maldiciendo su suerte, se levantó poco a poco, agotado mentalmente, no sabía si era por la presión de la opinión pública, los deberes diplomáticos a los que debía atenerse desde su corta edad, el amor que nunca tendría, el menosprecio de sus majestades o todo en conjunto. Llevo su mano al tabique de su nariz e intento mantener la calma de sus nervios; Sólo deseaba que por esa puerta no entrara a quien en ese momento no quería ver, a quien de verdad no podría soportar oír sus furiosas críticas pero, para su mala suerte esa persona cruzó la puerta.

—Bienvenida, luna del imperio. — Dijo Naruto mirando a su madre.

—Mi primogénito me da la bienvenida y sin embargo al verme cruzar el umbral de la puerta en sus ojos no hay más que amargura.

—¿Que trae hoy a mi madre por aquí? — Cuestionó Naruto mirando fijamente a la nombrada.

—¿Fue tediosa la visita del emperador, príncipe? — Cuestionó ella haciendo que el rubio entendiera de inmediato sus intenciones.

—El emperador fue breve y preciso, majestad. — Respondió Naruto entrecerrando los ojos.

—Supongo que como emperatriz deberé de ser tan virtuosa como mi marido. — Dijo ella serenamente y Naruto la miro de reojo, se volvió a la gran ventana que daba la vista del exterior verde y soleado. Se cruzó de brazos y hablo.

—Adivino que mi madre está aquí por la misma razón que su alteza.

—Tus palabras son acertadas. — Dijo ella encontrando sus ojos con los de su hijo. —Se bien que mi hijo es un joven inteligente y sabe mi propósito.

El muchacho asintió.

—Mas que ser inteligencia lo considero sentido común, reina.

Kushina aclaro y endureció ligeramente su voz.

—Contrario del emperador, quiero que mi hijo gane está oposición de mandato.

—¿Por qué desobedeceria las órdenes de su majestad el emperador?

—Mi autoridad es tan fuerte como la del rey.— Respondió bruscamente la mujer.

ɢᴜᴇʀʀᴀ ᴅᴇ ғᴀᴄᴄɪᴏɴᴇs [SasuHina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora