ɢᴜᴇʀʀᴀ ᴅᴇ ғᴀᴄᴄɪᴏɴᴇs [SasuHina]

52

Palacio del sol, imperio de Ignis.

Shikaku miro con detenimiento hacia el frente estudiando a su señor, en toda su vida, nunca lo había visto así de molesto. En los últimos días había sido como estar bajo las órdenes de un tirano.

Desde que la emperatriz se había desmoronado en el salón de fiestas, el mantenía una mirada fría y en lo único que pensaba era en atrapar al asesino, y ahora, una vez que tenía los documentos en la mano sobre los resultados del caso, su temperamento normalmente tranquilo estaba peor que furioso.

—¿Estás seguro?

El hombre asintió.

—Suena poco probable. — Exclamó Minato.

—No lo es, su alteza.

—¿Que hay de los otros miembros de su familia?

—Se reporta que salieron días antes del atentado, además, no se encontraron indicios de culpabilidad.

Minato tembló debido a la rabia.

—¿Que hay de los informes de Itachi?

—Coinciden. — Respondió manteniéndose firme. — Al parecer, Lord Uchiha es confiable.

—Prepara todo para la ejecución.

—¡¿S-sin un juicio?! — Cuestionó el hombre asombrado por las palabras del Namikaze mayor y este le devolvió la mirada más fría y furiosa que había hecho en su vida.

—¡ESOS BASTARDOS NO NECESITAN DEFENSA! — exclamó furioso. — ¡PREPARA TODO PARA SU EJECUCIÓN, QUIERO SUS CABEZAS EN UNA LANZA!

Y dicho esto, el monarca se levantó de su trono hecho una bestia, camino a la salida y dejo solo a su asistente quien solo se limito a mirar como el emperador salía de la habitación.

Shikaku salió de la sala del emperador y lo siguió apresurado.

—¡Por favor, su majestad, considerelo nuevamente!

—No tengo nada que pensar. — Contesto tajante.

Shikaku tragó saliva.

—Su majestad, se lo suplico, hágalo por la emperatriz.

El rubio se detuvo en seco.

—Si usted los decapita sin un juicio, cuando la emperatriz despierte se encontrará con los rumores malos hacia usted, y por tal, manchara también el honor de su esposa.

El Namikaze bajo la mirada y apretó los puños.

—¿Su majestad?

El hombre permaneció en silencio unos segundos y después de tragarse finalmente su rabia habló.

—¿Los tienes en el calabozo?

Shikaku asintió en silencio.

—Lord Itachi los arresto está mañana.

Minato miro a la nada.

—¿Que hay de su hermano y lady Hyuga?