ɢᴜᴇʀʀᴀ ᴅᴇ ғᴀᴄᴄɪᴏɴᴇs [SasuHina]

15

Naruto miro la ligera lluvia a través del cristal, pensativo e incrédulo.

«Lady Hyuga no te amo»

Punzada.

Soltó una carcajada seca y a penas audible dentro de su habitación, luchando consigo mismo, intentando comprender o procesar la situación que se había dado ahora.

—Esto debe ser una broma.

Susurro para sí mismo por que era lo que en verdad creía, la situación no podía ser así, le resultó absurdo. No sabía que era lo que más le había sorprendido el día de hoy, si la noticia de la posible anulación de su compromiso o sobre que si perdía una familia podía pagar el precio ¿Por que la reina tenía el propósito de complicar la situación? Maldición.

Volvió a sentir su pecho vacío ¿Aquellos gestos eran sólo para complacer a la corte?
Si bien él era consciente de que en ningún momento intento darle una oportunidad y que incluso el intentaba humillarla para provocar que desistiera del compromiso ahora se sentía absurdo de sentirse abrumado por ello ¿Lo decidió de un día para otro? ¿Estaba asustada por el ataque o era acaso que se había enamorado de su caballero? Por que, casualmente, el inicio de su cambio de actitud había sido desde que lo había conocido la noche del cumpleaños de la emperatriz.

Abrió los ojos de par en par, era verdad... Esa noche, ella le había sonreído sin si quiera esforzarse un poco para merecer una sonrisa de una persona tan frívola como la Hyuga. Casualmente su primera pelea fue esa noche, donde ella le había gritado que detestaba la idea de casarse con él y que solo lo hacía por el reino de ignis; También recordó su baile juntos, cuando por mirar a otro lugar un rubor a penas visible apareció por primera vez en sus mejillas.

Negó una y otra vez, no, quizá sólo estaba siendo demasiado imaginativo pues aquella noche él mismo vio que no pudieron saludarse de manera adecuada debido a su interrupción. Quizá fue su miedo después del intento de asesinato lo que la estaba orillando a huir de el, si, por que, a como el lo veía no había otra explicación lógica más que esa.

«Pretende huir con la excusa de ser marquesa para proteger su vida»

Se dijo totalmente convencido de ello, quizá ella intentaba proteger su vida con ello. Se sentó en uno de los delicados sofá de tela fina color rojo y suspiro, claro, la mujer era tan predecible.

Pretender ante la corte que no deseaba ser emperatriz y planear un baile junto a su caballero para ponerle celoso, claro ¿Como no lo había adivinado antes? Fingir rendirse para que él de repente al verla irse la detenga sin pensarlo dos veces, era algo desesperado pero común entre las mujeres nobles.

Conquistar y alejarse.

Si, no había más.

—Que mujer tan predecible.

Su voz burlona se oyó por las cuatro paredes, además, era algo que según el príncipe iba con ella pues le quedaba como anillo al dedo dada su situación actual.

Aunque, aun si esa teoría del rubio era cierta eso no cambiaba el hecho de que ahora sería más duro para él la situación. Se regaño internamente ¿Y si el rey tenía razón? Movió la cabeza una y otra vez, no, impensable.

Primero debía investigar la situación de la familia Haruno y aislarlos de cualquier situación que los comprometa con la ley vigente del imperio y mientras eso sucedía debía entrenar como lo solicitó la emperatriz para impedir sospechas, las visitas de su amada debían ser discretas como ya se había acordado y así cuando Kushina estuviera lista para atacar se quedaría sin armas para ello. No habría pruebas de la casa Haruno y sin ello ahora podría perder a propósito.