Capítulo 1

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Año 2020

Cuando llegué a comisaría parecía que había explotado una bomba justo en medio y cada persona que estaba cerca, intentaba arreglar su propio desastre.

ㄧBuenos días.

ㄧ¡Núria! Te están esperando en tu despacho dos hombres así fortotes.

ㄧ¿Dentro?

ㄧSi, llevan ahí unos quince minutos.

ㄧVale, gracias.

Me despedí de ella y me aventure a pasar por el pasillo, esquivando a mis compañeros que estaban a punto de tirarse por la ventana. Se notaba que estábamos en agosto y que el calor nos estaba matando.

Al entrar en mi despacho, me encontré con un hombre mayor, de cincuenta y dos años, sentado en una de las sillas y apoyado en un bastón viejo. Daría igual el tiempo que pasase, yo siempre, en cualquier lugar del mundo reconocería esos ojos azules. 

En cambio, me llamó más la atención el chico que estaba de pie a su lado. No tendría más de veinte o veintiún años y estaba segura de que acababa de salir de la academia.

Se me escapó una pequeña sonrisa al pensar que al veterano no le habría hecho mucha gracia que lo emparejaran con alguien tan... joven.

ㄧBuenos días, ¿en qué puedo ayudarles?

ㄧBuenos días.

ㄧHola, inspectora. ㄧel chico se adelantó y me estrechó la mano con ganas y sonriendo, haciendo que sus ojos negros se achinasen.

Cuando me soltó la mano, miré a su lado y vi a su compañero fruncir el labio.

ㄧHemos venido a pedirle que nos ayude con un caso de homicidios.

ㄧ¡Claro! ¿Qué ha pasado?

ㄧAún no ha salido por las noticias, hemos conseguido que la prensa nos diera un margen de tiempo, pero...

ㄧPero no será para siempre. ㄧle interrumpió el mayor de los dos. ㄧNúria, te he traído las fotos del caso, sé que así se te hace más fácil...

Un portazo. Gritos. Insultos. Y un abrazo final, se me pasaron por la cabeza cuando le miré a los ojos y oí su voz. Tan dulce. Tan cercana.

ㄧGracias.

ㄧ¿Os conocéis?

ㄧSamuel y yo fuimos... Compañeros.

ㄧSi, algo así.

ㄧ¡Ah! Pues que bien, he leído que los compañeros que se conocen mejor tienen más posibilidades de resolver un caso.

Samuel me miró intentando aguantarse la risa. O las ganas de soltarle una colleja. Lo primero que le saliera.

Ignoré el comentario y abrí la carpeta que me habían dado. Tenía un par de fotos, todas del mismo cadáver pero en diferentes ángulos: el cuerpo estaba tirado en el suelo, atado de pies y manos y completamente desnudo. Era un chico joven, fuerte, con músculos tonificados pero con una extraña marca en el cuello...

Probablemente le habrían ahogado o estrangulado con algún tipo de material. Tenía los ojos abiertos de par en par y alrededor de él, había un par de envoltorios de condones.

Al verlo, miré hacia delante en silencio, esperando a que alguno hablará, y sorprendentemente, no fue Samuel quien habló.

ㄧEl chico se llama Paco, tiene veintidós años y desapareció hace tres días, aproximadamente entre las siete y las nueve de la tarde. Vive con su novio, que por cierto, está esperándonos en la sala de interrogatorios para que hablemos con él. La causa de la muerte es bastante obvia, fue estrangulado, seguramente con algún tipo de cuerda. Los forenses están mirando a ver si pudo haberse quedado algún trozo incrustado en el cuello, para determinar el material. Y bueno... lo de los preservativos... Lo violaron varias veces.

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