Capítulo 30

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Año 2020

ㄧBueno... Pues aparte de tus huellas y de las de Oscar, no hay nada más. Lo siento, Núria.

ㄧNo pasa nada Raquel, ya nos esperábamos esto.

ㄧEs que, aún no entiendo como alguien ha podido hacer algo así... ㄧOscar y yo nos miramos, pensando lo mismo. ㄧ¿Qué pasa?

ㄧNúria cree que ha sido el asesino.

ㄧ¿Qué? ¿En serio?

ㄧNo se me ocurre otra cosa. Parece que está empeñado en que le encontremos, pero no deja ni una sola huella, ni un solo rastro. Pero luego están esas puñeteras notas, sabe mi nombre y podría saber perfectamente dónde vivo o...

ㄧA ver, cariño, ya. Para un momento y pienso. Necesito que vuelva mi amiga, la inspectora de policía. Ya sabes, esa personita racional y cuerda, ¿vale?

ㄧNo me trates como si estuviera loca, Raquel.

ㄧSabes que nunca lo haría, pero piensa un poco. El caso ha acabado saliendo en las noticias, los periodistas os han grabado en las escenas de los crímenes, saliendo de comisaría... Todo el mundo sabe quién está al mando de la investigación porque habéis salido en la televisión, han hablado de esto por la radio. Han hablado de vosotros, de vuestra carreras... Han dicho vuestros nombres.

ㄧ¿Y cómo explicas qué me hayan drogado?

ㄧEso no lo sé cariño, pero no saques conclusiones precipitadas, ¿vale? Ya sabes que la última vez...

ㄧSi, ya lo sé. No hace falta que me lo recordéis cada dos minutos.

La corté antes de que acabará la frase, me negaba a que todo el mundo siempre sacará el tema del último caso.

ㄧ¿La última vez? ㄧpreguntó Oscar. ㄧ¿Qué pasó la última vez?

Raquel y yo nos miramos. No me gustaba hablar de ese tema porque lo único que hacía era conseguir que la gente me viera diferente. 

Más frágil.

Muchas veces, a los policías los pintan como si tuvieran superpoderes, como si no tuvieran problemas. 

Como si por el hecho de trabajar intentado salvar vidas, no tuvieran que salvar la suya.

Pero era Oscar, me había visto intentar dispararle dormida, por culpa de las pesadillas.

Me había visto colocada, intentando arañar una pared con mis propias manos.

Si hasta le había vomitado encima.

ㄧLa última vez se me fue la pinza. Era un caso difícil, una niña había sido secuestrada por su madre y habían desaparecido. Fue como si se las tragase la tierra. Me llegó el caso tarde, ni siquiera era el mío, pero unos compañeros me pidieron ayuda... El caso es... Tú has visto mi casa, y recuerdo que lo primero que dijiste cuando viste mi despacho era que te daba mal rollo.

ㄧEs que esa habitación le da mal rollos cualquiera. ㄧsusurró Raquel.

ㄧSi, ya lo sé. Con ese caso me obsesioné muchísimo, necesitaba encontrar a esa niña. Al final lo hice... pero fue demasiado tarde. La madre había matado a su propia hija y la había enterrado, para luego suicidarse. No entiendo como la gente puede decir querer a alguien... Y luego hacerles daño.

ㄧ¿Y qué pasó?

ㄧPues que en el proceso de encontrarlas, me obsesioné tanto que tuvieron que darme la baja, pero claro, no dejé de investigar. Seguí por mi cuenta y al final las encontré. Pero acabé volviendo al psiquiatra un par de meses.

ㄧJoder... ¿Cómo es que no lo sabía?

ㄧPocas personas saben la historia real. La que está sobre los documentos y la que salió por televisión es diferente: "Joven policía consigue encontrar a la niña y a la madre desaparecidas". No hablaron de mi obsesión ni... Ni de nada más. Solo sacaron la parte buena del caso.

ㄧPor eso le digo que tiene que relajarse más a menudo, y por eso creo que deberías contarle al jefe lo de las notas. Será peor si se entera por alguien que no seas tú.

ㄧNo quiero contárselo, me apartará del caso y no pienso dejarlo. Ya lo sabes.

ㄧSí... Te conozco muy bien.

Los tres nos quedamos en silencio sin saber que decir o que hacer. Hablar de esto en voz alta siempre dejaba una sensación rara en el aire.

ㄧ¿Alguien sabe dónde está Samuel? ㄧOscar lo preguntó como si lo que le acabáramos de contar no tuviera importancia, como si no cambiará la imagen que tenía de mí.

ㄧLa verdad es que no, no lo veo desde que estuvimos en su casa.

ㄧ¡Has estado en su casa! ¿Has visto a María? ¿¡Pero cómo puedes no contármelo!?

ㄧYa... En cuanto a eso... Se me olvidó contártelo.

ㄧ¡Serás mala! Ya estás tardando en contármelo absolutamente todo. Vamos, desembucha.

ㄧBueno, creo que yo mejor os dejo solas y os ponéis al día.

ㄧSi, si. Vete y déjame con este marrón.

Oscar se levantó de la silla de metal sonriéndonos y se dirigió hacía las escaleras cuando le llamé.

ㄧ¿Sí?

ㄧGracias.

Sus ojos me miraron y sentí que supo por qué le daba las gracias.

ㄧPara eso están los compañeros. ㄧvolvió a girarse con una sonrisa de boca cerrada y vimos como se alejaba y nos dejaba solas.

Si, para eso estaban los compañeros.

Compañeros.

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