Capítulo 14

5 1 1
                                    

Año 2020

Podía sentir como sus oscuros ojos me seguían a todas partes. Hiciera el movimiento que hiciera, fuera a donde fuera, él me observaba desde el fondo de la sala. 

Me escabullí como pude por el pasillo haciendo que me perdiera de vista y cuando noté que empezaba a ponerse nervioso, logré pasar por su lado sin que viera.

ㄧ¿Sabes qué eso se llama acosos laboral? Siendo policía deberías saberlo...

ㄧ¡Joder, Núria! ¡Que susto!

Oscar dio un pequeño salto en la silla y se llevó una mano al pecho, haciéndose el dramático.

ㄧ¿No contestas por qué no conoces el término "acoso laboral" o por qué te da vergüenza admitir que me estabas espiando?

ㄧ¡Yo no te estaba espiando!

ㄧSerá lo primero, entonces. Pero es comprensible, sé que siendo tan joven hay algunos conceptos que se os escapan.

ㄧBueno, vale. Puede que te estuviera mirando. Pero es porque no paras quieta, me estás poniendo nervioso. Y no soy tan joven...

ㄧ¡Por favor! ¿Qué tienes? ¿Diecinueve años?

ㄧVeintidós... ㄧcontestó entre dientes.

ㄧLo ves, eres un crío.

ㄧTú empezaste con mi edad.

ㄧVaya, eso ya roza lo psicópata, ¿Qué más sabes de mí?

ㄧSé que entraste en la academia con dieciocho y que a la vez te graduaste en psicología. Te saltaste un curso y con mi edad ya estabas aquí, y que tras solo dos años ya tenías uno de los índices más altos de casos resueltos.

ㄧ¿Y...?

ㄧY que estás considerada como una de las mejores inspectoras de homicidios del país.

Noté como sus pupilas se oscurecían aún más y como presionaba su mano contra la silla.

ㄧNo te he pedido que leas mi expediente... Te he pedido que me digas que sabes de mí, no de mi carrera como inspectora.

ㄧSé que además de ser una de las mejores, tienes fama de ser un poco hija de puta.

ㄧ¿Solo un poco? ㄧpregunté sonriendo.

ㄧLa verdad es que bastante. Todos con los que he hablado coinciden en que eres como un grano en el culo... Todos, excepto Samuel, que parece que te tiene en un altar.

ㄧSi, suelo causar ese efecto en la gente.

ㄧ¿Estuvisteis liados? Tú y Samuel.

ㄧ¿¡Qué!? ¡Por Dios no! ¿Cómo puedes pensar eso? ㄧempecé a reírme solo de pensarlo. ㄧSamuel y yo somos muy buenos amigos... Pero no servimos para trabajar juntos.

ㄧ¿Por qué?

ㄧ¿No te cansas de hacer preguntas?

ㄧ¿Y tú no te cansas de no contestar ninguna?

ㄧLa verdad es que no, me resulta fascinante ver con que facilidad te alteras... ㄧestuvimos así unos minutos, mirándonos, retándonos con la mirada. ㄧPero necesito que me hagas un favor.

ㄧ¿Cuál?

Oscar se levantó de la silla de un tirón, como si acabase de pedirle que me salvará y él estuviera dispuesto a hacerlo a toda costa.

ㄧ¿Me traes un café? ㄧdice con simpleza.

Parecía que la ilusión se iba de sus ojos durante un segundo, pero la alegría que emanaba volvió a él con la misma rapidez con la que se había ido.

InstintoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora