Prólogo

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Año 1990

Aquella noche fue la más esperanzadora y la más terrible de la vida de Isabela. Se acostó con una sonrisa en los labios, pensando en que a la mañana siguiente se llevaría todo el día llamando por teléfono para dar la gran noticia.

¡Se casaba! Y no con cualquier hombre. Se casaba con el amor de su vida. Pero la cruda realidad, es que a veces la vida solo te da un segundo de felicidad para luego arrebatártela de la peor manera posible.

Un ruido la despertó en mitad de la noche y buscando a oscuras y aún dormida, alcanzó su teléfono móvil que estaba en la mesita de noche, y sin pensarlo, contestó.

ㄧ¿Si?

ㄧ¿Isabela? ¿Eres tú?

Al otro lado sonó una voz tan débil y tan llena de terror que a Isabela le costó darse cuenta de quien llamaba.

ㄧPues claro que soy yo idiota... ¿Qué pasa? ㄧsin quererlo, alargó su mano hacia el lado izquierdo de la cama, buscándolo.

ㄧ...

ㄧ¿Hugo? ¿Estás ahí?

En ese momento Isabela no supo porque su prometido no contestaba. No sabía que Hugo estaba aterrado por las sombras, intentando esconderse en algún lado de algo, o de alguien. 

No pudo sentir los escalofríos que salían de su cuerpo, su sudor, su miedo.

ㄧTe quiero.

Fue la última frase que Isabela escuchó decir al amor de su vida.

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