Rubén.
Primer día.
Aún no había abierto la puerta y ya podía sentirla.
Sabía que iba a estar encogida en la cama, esperándome; como cuando era pequeña.
Me había pasado casi media vida buscándola y cuando lo hice, vi que sus genes sí que estaban en ella.
Se había convertido en policía, como yo.
Y aún así, se parecía demasiado a Verónica.
Era su viva imagen.
Era cierto que ella y Natalia, su hermana, eran mellizas.
Dos gotas de agua; pero desde que Núria decidió abandonarnos y hacer su vida por su cuenta, había cambios sutiles entre ellas: Natalia parecía que tenía más años de los que realmente tenía, sus ojeras se habían profundizado y su cuerpo, estaba muy marcado.
Pero Núria, aún con ojeras, era preciosa.
Era Verónica.
Estaba fuerte y era inteligente, eso lo sabía. Y le había estado siguiente la pista desde que la encontré.
Cuando supe donde vivía, no pude resistirme.
Empecé a seguirla desde lejos, pero poco a poco fui acercándome.
Sin poder evitarlo, me acerqué tanto a ella que casi me descubrió; pero aprendí a controlarme.
Colarme en su casa fue... excitante: pude oler su ropa, ver donde vivía, cómo lo hacía.
Pero cuando vi su fotografía en la mesita de noche, de María y Samuel...
Algo en mí se retorció.
Me había sustituido por Samuel.
Cuando abrí la puerta y encendí la luz, vi como se retorcía en la cama y me miraba con esos ojos suplicantes.
Esos preciosos ojos.
Tuve que contenerme muchísimo para no besarla allí mismo y hacerla mía en ese preciso momento.
Era demasiado pronto, primero debía recordarme.
Debía recordar nuestra vida.
Juntos.
Luego, se convertiría otra vez en mi Verónica.
Como si el tiempo separados no hubiera pasado.
Como ni ningún otro hombre hubiera tocado su piel y hubiera entrado en ella.
Borraría esa huella, sería mía de nuevo y nunca dejaría de serlo.
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Instinto
Mystery / ThrillerEn 1990 comienzan una serie de asesinatos que nadie parece poder resolver, hasta que de un día para otro, cesan. A su misma vez, una niña grita pidiendo auxilio en su propia jaula, sin tener escapatoria de sus propios demonios. En pleno 2020 los te...