Prólogo.

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Me engañaste, me mentiste, me ignoraste, me maltrataste, pero también me amaste e hiciste que te amara, me hiciste sentir bien, me hiciste sentir especial. Si tan solo pudiera mandar en mi corazón ya fueses nada, ojalá fuera tan fácil decirte que no.

-Cogemos dos veces y dejas que hunda la cara entre tus piernas, pero no es nada- escupe sin miramientos mirándome a los ojos.

Mis párpados tiemblan con inseguridad tras sus palabras, y siento que no soy tan valiente delante suyo como creo.- Exacto. ¿Ves cómo si puedes llegar tu solito a las conclusiones?

Noto la impresión en su rostro con lo que le he dicho, y es que ni yo misma me creo que le esté contestando de esta manera cuando siempre he sido tan introvertida.

Quiero dar la media vuelta para supuestamente continuar con el ramyeon que ni siquiera he probado, pero él es más rápido en tomarme bruscamente de la nuca y con un traspié ponerme de manera que quedemos frente a frente. Jadeo un poco pero me quedo callada.

-Qué, ¿Ahora tienes muchos ovarios que me hablas en ese tono, eh?- refutó - ¿Desde cuándo eres así?

-Desde que tú te volviste un hijo de puta.

Taehyung suspira como conteniendo un bufido y me acerca más a su cuerpo, todavía con una de sus manos firmemente en mi nuca. Tengo a centímetros su torso desnudo, casi que puedo sentir el leve calor natural que desprende su anatomía.

Baja con rabia la mirada a mis labios como si quisiese desquitarse con ellos y me hace cerrar mis ojos cuando pone encima los de él, con lentitud y sadomasoquismo, no los junta muy bien y tampoco los mueve así que yo busco más contacto pero el al ser más alto puede privarme de hacerlo.

-Supongo que tampoco es nada que el hijo de puta te bese ahora- me dice como el descarado que es

Escojo la opción de no hacer otra cosa que cederle la razón con mi silencio. Lo cumple segundos después, y yo no soy nadie para no corresponderle abiertamente. Sus belfos se mojan con mi saliva y así pasa recíprocamente.

Quita la mano de mi nuca y la pone en mi cintura dándome más accesibilidad a mover la cabeza para responder a sus toscos movimientos. Enrollo los abrazos en su cuello.

Quiero gemir cuando nuestros torsos se juntan y siento la dureza de su entrepierna en mi vientre.

Su diestra se mueve hacia arriba por encima de la camisa que llevo puesta, la cual es lo único que llevo y es irónicamente suya. Esta se desliza hacia abajo y toca mi trasero como si tuviese algún sentimiento de ambición con él. Taehyung no pierde el tiempo y la adentra a la camisa para tocarme directamente.

No sabíamos lo que hacíamos cuando decidimos mirarnos por encima del hombro la primera vez que nos vimos. No sabíamos que se sembraría un vínculo entre nosotros que crecería y crecería hasta ser infalible.

Por desgracia el destino es solo una estúpida fuerza de la que se cree que actúa de forma inevitable sobre las personas y los acontecimientos, quisiera que fuese una persona, que me respondiera cuando le preguntara: ¿Por qué?

Yo solo quería una respuesta.

-Quiero verte...-oí del otro lado de la línea. Sentí la necesidad de tragar para tranquilizarme, bajando la mirada con una indescriptible sensación endeble.

-Yo también- contesté

Saber por qué el cielo parecía el infierno y el infierno el cielo. Por qué amarte era tan malo y tan bueno a la vez. Por qué nos unía si nos separaría. Quería entender.

Fake Wings (ᴋ.ᴛ.ʜ ʏ ᴛᴜ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora