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Me quité los guantes junto al lavamanos enchapado con azulejos que se encuentra frente a la sala de operaciones. Acabo de salir de una cirugía muy complicada.

-Estuviste bien- mi compañero se pone e mi lado, imitándome al retirar sus guantes.

-Supongo que poco a poco dejaré de ser novata- comenté con gracia, el pelinegro lució su ancha sonrisa de dientes perfectos, sin dejar de limpiar sus manos bajo el otro grifo.

-Eso parece.- dijo asintiendo, y sacudió sus manos cerrando la llave del agua, yo hice lo mismo.

-Deberíamos avisar a los familiares, ya han pasado horas, deben estar al punto del colapso.- digo.

-Por supuesto. Vamos. - me indica el camino y yo me paro a su lado para empezar a caminar.- Siempre destacas este momento ¿no?... hablar con los parientes y tal...- me explicó amenamente.

-Pues ,sí, siento que

Salimos a la sala de esperas encontrando a los familiares del paciente que acabábamos de operar. Mi compañero me ayudó a decirles como habian resultado las cosas y una vez les hubimos dicho todo, volvimos a colocarnos nuestra ropa y quitarnos el uniforme que usamos en el quirófano.

Mientras caminaba de regreso a mi oficina ansiando sentarme en mi silla giratoria y descansar, fue casi imposible que no pensase en Taehyung, en lo que vi dentro de aquella gaveta. La última vez que le vi seguía dormido ya que me había levantado súper temprano para llegar a casa en tiempo de que nadie notase mi ausencia y también para poder alistarme para venirme a trabajar. Con los ojos con piedrecillas por el poco descanso me metí al baño, me rocié el rostro con agua , y aquí estoy, acabando de hacer una operación que podría haber terminado mal. Por suerte no debo angustiarme por nada.

Me detengo frente a mi puerta y tiro de la manija, entrando. Y creo que voy tan sumida en mis ganas de descansar que no me doy cuenta de que alguien ocupa uno de mis bonitos sillones grises.

Taehyung.

Paro en seco. Él se levanta.

-Hola- dice.

Me despego de la puerta cuando la cierro detrás de mí, sin dejar de mirarlo. Le preguntaría que hace aquí pero algo sale con más urgencia de mi boca. Me paro frente a él, alzando la cabeza para poder verle al rostro.

-No sabes como me alegra verte... hay algo de lo que quiero que hablemos.

Taehyung frunce el ceño, confuso. -En realidad venía porque quería agredecerte por dejarme en mi casa ayer, y claro, disculpa también si hice algo malo, no recuerdo muy bien.

Silencio.

-¿De que hay que hablar?- prosigue, intrigado.

Inconscientemente, me le quedo mirando. Intento creerlo, pero no puedo, no cabe en mi cabeza. Retomo mi recuerdo de aquellos polvos y pastillas, y analizo su cara. Estuve a punto de soltar uno de mis suspiros de frustración. Taehyung se aclara la garganta, no entiende por qué lo escudriño de esa manera.

-Vamos a otro sitio, si quieres- propuso.

(...)

Ni un restaurante ni una habitación de hotel me parecieron adecuados cuando me propuso ir a alguno de ellos, por lo que nos decantamos por su hogar.

Dejé mi bolso y mi abrigo en la percha de la entrada y ambos nos sumimos a su enorme sala, totalmente alumbrada por las gigantescas paredes de cristal.

-Ya puedes hablar.- incitó desde su sitio en el sofá de su tresillo, en donde ambos estábamos sentados. Yo me pasé la lengua por los labios, ¿como se supone que debo empezar?.

Fake Wings (ᴋ.ᴛ.ʜ ʏ ᴛᴜ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora