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Mañana siguiente.

Abrí los ojos sintiendo ganas de volverlos a cerrar pero resistiéndome a ello ya que era imposible. Extiendo mi mano hasta la mesita de noche y cojo mi teléfono para descartar la alarma. Me siento como de costumbre a estirar mis extremidades y estrujar mis ojos.

Suena una notificación en mi celular, veo que es un recordatorio de mi calendario.

Lo normal es que se enmarquen fechas célebres en los calendarios digitales, tal vez por eso la aplicación te lo recuerda con entusiasmo y signos de exclamación, no sé en que estaria pensando la persona que lo diseñó así, el asunto es que hoy no era un día del todo festivo.

Todos los 17 de cada mes, son los chequeos médicos de Dae-hyun.  Sí, los de la leucemia. No importa que haya finalizado el tratamiento, se siguen necesitando pruebas y exámenes, que son importantísimos, pero yo los llamo estúpidos porque hacen a mi niño llorar.

Segura de que el día seria triste para mí y para él, bajé de la cama para irme a alistar.

La ducha me robó quince minutos, eso incluyendo que me cepillé los dientes. Salí envuelta en una toalla y caminé hasta mi armario para escoger que usar.  Me decidí por un top y unos jeans de mezclilla a juego, por encima de la blusa una chaqueta gris que llega justo hasta mi cintura.

Casualmente recordé a Taehyung, la conversación con Lisa, lo que pasó en la mañana en el hotel. Es normal que venga a mis pensamientos de repente, pero esta vez sirvió de algo. Paro un momento mis acciones, pensativa, es el padre de Dae-Daehyn, y hoy es un día  importante para él. Las anteriores consultas él ha estado en Corea, sin embargo el pordría asistir hoy.

Me volví hasta mi celular y busqué su contacto. Me mordí el labio cuando se escuchaban los timbres, cuando pensé que la contestadora me pediría que dejara un mensaje de voz, la llamada fue aceptada.

(...)

Taehyung tiene a nuestro hijo en brazos mientras vamos rumbo a la consulta por los pasillos del hospital.

-Es aquí- dije cuando estabamos frente a la puerta a la que nos correspondía entrar.

Taehyung colocó a nuestro pequeño en el piso, quien tomó mi mano. Mediante unos toques, el doctor Rodriguez nos indicó pasar.

-Buenos días, doctor- sonrío acercándome al escritorio sosteniendo la mano de mi bebé.

-Oh, por favor pasen y siéntense- el anciano se levanta de su silla para saludarnos y nos señala las sillas del frente.

Taehyung viene detrás, dando igualmente su saludo en ingles- Hola.

Una vez sentados, el señor deja los papeles que estudia con la mirada y nos atiende.

-Dae-Hyun, ¿como estás para hoy?- se dirije a mi hijo sentado sobre mis piernas.

-Bien.- contestó tímido. Taehyung alargó la mano y le acarició la nuca con cariño. Yo solo suspiré esperando que todo fuera bien hoy.

Le siguieron las preguntas de rutina, si habia presentado síntomas que demostraran que había recaída. Todas mis respuestas eran de negación, pues Dae se ha bisto muy sano desde la última revisión gracias a Dios. Luego lo examinó con el estetoscopio y revisó sus ojos con una pequeña linterna. Mis deseos fueron completamente ignorados, en parte, porque lo que yo no quería era que se ordenaran análisis de sangre o exámen de médula ósea, y fueron necesarios los dos.

Odio este día en general, los examenes se tardan y tengo que ver como le entierran una aguja en el pechito a mi niño solo por extraer un líquido. Sí, por desgracia no habia otro método.

Fake Wings (ᴋ.ᴛ.ʜ ʏ ᴛᴜ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora