Taehyung.
El agua cae sobre mi cuerpo empapado, me paso las manos por la cabeza para quitarme el cabello de los ojos y luego me froto la cara. Noto como el dolor de cabeza con el que entré al baño ha ido aplacándose, y ya me visualizo tomándome un paracetamol cuando salga de aquí. Hoy sería otro día con resaca, ojeras y por supuesto sueño, sin embargo me he visto en esta situación tantas veces que puedo decir que se volvió llevadera. Trasnochar por estar en la madrugada bebiendo en algún club ya no afectaba tanto.
Luego de algunos minutos en la ducha, salí a mi vestidor, escogiendo uno de mis usuales conjuntos formales. Me observo en el espejo de cuerpo entero, y noto que he adelgazado, también he perdido la musculatura que me preocupaba por mantener con mi rutina de ejercicios. Mi cara está mas flaca, palida e inexpresiva, y mi expresión me da miedo incluso a mí. Acomodé el cuello de la camisa y me peiné un poco los crespos naturales que me caían en la frente. Me coloqué el reloj en la muñeca, me perfumé y por último cogí unas gafas, no iría por ahí luciendo las vistosas manchas oscuras en mis pómulos.
Eché un vistazo en mi cocina, pero no daba gusto mirar, todo era un desastre. Solo tomé la pastilla que tenía pensado tomarme para el dolor de cabeza y otra para la resaca.
Minutos más tarde, mi chofer abría la puerta de la camioneta para mí. Bajé en silencio recibiendo las monótonas reverencias de los tipos trajeados de la entrada y crucé las puertas de cristal entrando al edificio. Subí hasta el piso de mi oficina después de llevarme la mirada temible de los empleados que me encontraba de camino.
-Estamos últimos, ¡últimos!- Jimin camina de un lado a otro mientras espeta inquieto- ¡Todo es una mierda! ¡Nuestras producciones no sirven!¡Nadie quiere negociar! ¡No tenemos un maldito proyecto de calidad en meses!- sus gritos se encierran en las cuatro paredes de mi oficina provocándome una migraña horrible.
Aprieto la mandíbula y me sobo el entrecejo, tomando más de mi agua.
Mi secretaria toma el tablet cuando se lo doy, ella lo entiende y en segundos dejamos de oír la irritante voz de la reportera que habla pestes de Empire Kim. No es su primer vídeo, a la perra le divierte infamarnos, o mas bien: infamarme. Le pedí a la mujer con un movimiento de cabeza que se retirara de mi oficina y así lo hizo.
-Debemos hacer algo.- mascullé, estaría un poco mas molesto si esto no fuese mi culpa y si me sintiera mejor físicamente.
-Corrección, tú debes hacer algo.- me señala y yo alzo una ceja.
-¿Cómo dijiste?
Jimin me mira, y recién noto lo alterado que se ve. Luce como si quisiera golpearme.
-Sí, señor Kim. Te informo que estoy harto de tener que salvar cada una de tus cagadas.- espetó- Te pierdes las reuniones, llegas tarde, ¡sales en el maldito periódico! ¡Eres un fenómeno por tus recientes fracasos y no por tus éxitos! ¿Qué te sucede?.- sus orbes incriminatorios no paran de escudriñarme.
Por un momento no encuentro una réplica. No tengo fuerzas para recordarle que me ha alzado mucho la voz, porque de alguna manera tiene derecho a sacarme las cosas en cara por ser mi mano derecha y mejor amigo.
Cabizbajo, pongo una mano en mi cintura y sobo mi frente, los vistosos rascacielos que se muestran tras mi ventanal presencian la tensión que vino con la discusión. No tengo nada que decir, no hay nada con lo que pueda defenderme.
Pero Jimin exclama otra vez.
-¡Otro de tus escándalos y...!- él no conluye con la oración, y yo lo miro enquisitivo y serio.
Sus hombros bajaron ligeramente, se pasó la mano por el pelo y humedeció sus labios. Me miró receloso, al mismo tiempo arrepentido, como si fuese a decir algo que jamás pensó.
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Fake Wings (ᴋ.ᴛ.ʜ ʏ ᴛᴜ)
FanfictionNo existieron tales alas, todo el tiempo fueron falsas. Si el destino les hubiera dicho que los uniría para separarlos, entonces las cosas se hubieran quedado en aquel accidental tropiezo. 𝑭𝒂𝒌𝒆 𝑾𝒊𝒏𝒈𝒔 Primer libro: Broken Wings Segundo lib...