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Taehyung.

Innumerables sensaciones se me acomodaron en el cuerpo, tantas que por más que quisiera no puedo hacérselas saber solo con una mirada.

Mis manos están enroscadas en el timón, estas se aprietan por inercia contra el material mientras hacemos contacto visual. Y puedo ver su rostro mejor, no la tengo tan cerca pero basta, por ahora basta con que nos estemos mirando. Estoy casi seguro de que no soy el único que se siente así. Ella podrá odiarme y hasta haberme superado, ¿pero olvidarme?, olvidarme debe hacérsele tan difícil como lo ha sido para mí estos tres infernales años.

La última vez que nos vimos me dejó muy en claro que se iría, y se iría muy lejos. Me puso además la condición no saber en donde estaría, no verla ni a ella ni a los niños. ¿Cuanto tiempo?, nunca me dijo.

A lo mejor no sabría de ellos nunca más si hasta hace poco no hubiera tomado la decisión de investigar. Yo de una manera u otra quería saber que estuviesen bien. Ya no aguantaba la agonía de no saber nada de ellos, tampoco tenía a alguien que me dijese por lo menos si estaban bien, si les faltaba algo.

Fácilmente podría contratar a una x persona que los siguiera o algo por el estilo, pero sería demasiado infantil de mi parte si en la última conversación que tuvimos juré que no la buscaría ni le insistiría.

En ese momento pensé que hacía algo grandioso, que me estaba castigando en grande. Pero no, el castigo verdadero fueron sus drásticas y crueles decisiones. Supongo que lo merecía, y a pesar de que aún lo merezco, pienso que ya he asumido bastante mi castigo.

Días atrás decidí investigar sobre el paradero de ellos. Con contactos y un poco de tiempo pude conseguirlo. Luego vendría siendo la parte en la que busco la manera menos directa de acercarme. No estaba seguro de que Tn me recibiera con los brazos abiertos, así que la supuesta manera menos directa eran los negocios.

Si venía a Londres por asuntos de trabajo ella no podía decirme nada, o eso esperaba.

Entonces dí con Jung Hoseok. Haría negocios con él y si nada sale mal podría ser una vía para estar cerca de ella.

Cuando la vi salir de aquel edificio, con una espontánea sonrisa que dolorosamente ya no ocasionaba yo; decir que fueran nervios era una descripción muy poco abarcadora a lo que sentí. Sorpresa, felicidad, tristeza, odio, celos.

Ver como se dejaba abrazar y besar por alguien más me hizo sentir como una auténtica mierda.

Me dolía darme cuenta de que la mujer de mi vida necesitara alejarse millas de mí para recuperarse y ser feliz.

Tn.

Es solo cuando noto que el auto continua moviéndose, que salgo de mi inmenso papel lleno de preguntas. No hago otra cosa que no sea mirar el largometraje de la carretera por la que vamos, con la cara posiblemente destonalizada y mi corazón todavía sin calmarse muy bien. No sabía cómo me sentía, si lo odiaba con todas mis fuerzas como la última vez, si me parecía linda su apariencia, si me gustó verlo después de tanto tiempo.

-¿Cariño?- los dedos de Hoseok siguen cruzados con los míos, y él aprovecha ese detalle para mover un poco mi mano, sus ojos confusos me miran como pueden debido a que tiene que atender al frente- Te ves pálida, ¿te sientes mal?

-C-creo... creo que el desayuno no me hizo digestión- usé mi mano disponible para pasar un mechón de mi pelo bicolor detrás de mi oreja.

Mi mirada baja sola y se queda en un punto fijo.

Pocos minutos después ya estábamos frente al hospital en el que trabajo. Le solté la mano a Hoseok para acomodar mi bolso en mi hombro, recordando una vez más lo que vi hace poco. Apreté los ojos disimuladamente alejando el recuerdo con fuerza de voluntad, y con un rostro nuevo me giré a mi prometido para agarrar su rostro con una de mis manos y dejar suaves besos en sus labios.

Fake Wings (ᴋ.ᴛ.ʜ ʏ ᴛᴜ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora