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Ropa desparramada en el suelo, sábanas mojadas, olor a sexo. Los ruidos pasaron y ahora todo es silencio como la calma después de la tormenta. La habitación de hotel en la que estábamos -porque sí, a Taehyung no le tembló la mano cuando pagó por ello-, tiene un precioso ventanal pero yace cubierto por cortina oscura, lo que provoca que la iluminación sea un poco escasa, aunque por una esquina se filtre un insignificante haz de luz.

Yo me encontraba sobre su cuerpo en ropa interior. Sus manos en mi cintura y las mías en sus mejillas mientras nos besábamos explícitamente lento, provocando suaves chasquidos. Taehyung rueda su mano hasta una de mis nalgas dejando un apretón. Acabo el beso y él toca mis labios con los suyos mas veces. Entonces utiliza su diestra para apartarme el cabello del rostro tal como si este obstaculizara su vista.

-¿Qué pasa?- hablo, queriendo saber por qué me mira así.

-No sé, tal vez es que estás semidesnuda sobre mí y acabamos de follar.- contesta riendo.

Rodé los ojos, divertida -No te acostumbres, ¿ok?- me le quito de encima, y es un milagro que no lo haya impedido.

-¿Debería decirte lo mismo?- coloca un brazo bajo su cabeza, enfocándome con su mirada mientras me siento en el borde de la cama. Siento mis piernas un poco débiles aún y por eso no quiero levantarme todavía.

-No creo- dije frotando la planta de uno de mis pies sobre la parte posterior del otro.

-No puedes asegurar que no pasará otra vez.- dijo él, con un toque de relajación, usando esa seguridad invasiva que a veces me aconseja no contradecirle.

Tiene razón.

Volví el cuello en su dirección y el ladeó la cabeza, me aseguré de que mi expresión no fuera seria, aunque en realidad no podía estarlo. El extraño buen humor con el que acabo cuando tenemos sexo estaba netamente presente. Me sosegué un poco detallando sus tatuajes, sin pasar por alto su mirada escrutadora.

-Me prometí que esto no iba a pasar otra vez.- mencioné, como si algo se fuese a resolver si lo decía.

Lo miro ocasionando un expresivo intercambio de miradas. Usualmemte me responde a todo lo que digo, pero esta vez suspira de la forma mas breve posible, su lengua se pasea por sus comisuras dejando rastros de saliva. El colchón no hace ruido cuando sienta, entiendo por qué lo hace cuando tengo sus labios justo sobre los míos. Dejo que lo haga, cansada de resistirme a lo que realmente quiero. No tenía caso rechazarlo, y analizándolo desde un punto cualquiera él solo sabe leerme cuando guardo silencio, y entender cuando digo algo quiero decir.

Siempre sabe lo que quiero.

Consigue separar mis labios fácilmente, le correspondo al sentir la movilidad de su parte. Nuestras narices rozan y nuestros labios se abrazan hondamente, activando una viva chispa en mi estómago que pronto se transforma en punzadas en mi vagina. Una de sus manos grandes se aparea sobre una de mis tetas y se contrae entre calientes caricias. Me golpean las ganas de suspirar.

Taehyung se aleja y mi mirada baja a su agarre, veo como rueda su tatuada mano hasta alejarla de mí. No hizo más que mostrarme que puede acercarse, besarme y tocarme si quiere, porque yo lo permitiré.

-Ah- gemí frustrada, sonido que se encierra entre lo poco que nos separa- ya no soy una cría de dieciséis, pero... ¿por qué diablos eres tan irresistible, Kim Taehyung?- el mencionado solo ríe un poco y me roba un beso más, poniéndole restricciones mi capacidad de pensar.

-¿Te soy irresistible?- preguntó con una sonrisa que hizo mi a corazon sacudirse ligeramante.- Wow, en ocaciones también es bueno oirte admitir cosas.

Fake Wings (ᴋ.ᴛ.ʜ ʏ ᴛᴜ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora