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El viento frío de las once meneó mi cabello mientras me alejaba cada vez más de la entrada del edificio. La incertidumbre sobre lo que ocurrirá en las horas siguientes punzando un remoto rincón de mi pecho.

Acabo de abandonar el departamento sin comentarlo con nadie siendo casi media noche, y suponiendo que manañana me casaré, sí, también siento algo de adrenalina.

Taehyung está ahí, esperando por mí junto al Mercedes aparcado en la orilla de la carretera. Tal vez estoy algo nerviosa una vez quedo delante de él, pero consigo destensarme un poco cuando me abraza de la cintura, jadeé aunque lo esperaba. Pasé los brazos por detrás de su cuello, descubriendo lo bien que huele al primer instante. Taehyung suspira demasiado, y sin darnos cuenta nos abrazamos demasiado fuerte.

-Nena...- habló todavía sin soltarme. Me alejé para mirarlo. Sin embargo no me dijo nada, simplemente me acarició las mejillas y cortó el abrazo- Vamos, vámonos de aquí.

Se alejó para abrirme la puerta del auto. Me miró atento esperando a que entrara, lo que hice sin dudar.Cerró mi puerta y rodeó el auto. Subió a su asiento, y mis ojos seguían todos sus movimientos.

Está nervioso, lo conozco bien. No sé si más que yo, pero lo está. Iba a abrochar su cinturón, pero vio que no tenía el mío y se acercó a ayudarme con eso. Miré como lo abrochaba con sus ágiles manos, acordándome de esa atractiva tinta negra en su piel blanca. Suelo olvidarme del cinturón, pero la verdad era que esta vez lo había hecho apropósito, quizás porque sabía que nuestros rostros iban a estar cerca en cuanto él se quisiera encargar.

Me miró varias veces seguidas de los ojos a la boca, y entonces fui yo quien le dio un beso corto. Al separarme, Taehyung volvió a darme un beso, y se volvió en su sitio para luego empezar a conducir.

En el camino nos acompañaba una música a un volumen bajo de lo mas cómoda. No fluía ningún tipo de conversación ni contacto físico, nos miramos un par de veces, pero era como si no hubiese nada de que hablar. En silencio no fue para nada incómodo, de hecho era agradable, absurdamente agradable. Observé por la ventana la mayor parte del trayecto, y cuando vine a darme cuenta, íbamos por una avenida que conocía bien, supe que estábamos cerca de su casa.

Sentí que me apretaron la mano, mirè a mi izquierda y me topé con el dueño de la misma.

-¿Estás bien?.- me miró con una mezcla de preocupación y curiosidad , sus dedos me seguían apretando de forma suave.

-Sí, ¿por qué?

-No sé, estás pensativa, y eso no está muy cerca del término estar bien.- dijo, tratando de no quitarle atención al manejo.

Solté una risita nasal.- Pienso todo el tiempo.

Taehyung se humedeció los labios y decidió cambiar el tema.

-Los niños se quedaron durmiendo ¿no?

Entramos a una calle que reconocí también, los focos delanteros alumbraban en la penumbra de la noche.Y me pregunté como podíamos estar llegando tan rápido, debi haberme entretenido bastante mirando por la ventanilla.

-Sí. Ellos ya dormían.- respondí.

-Tú no.- fue una afirmación.

-No.- murmuré.

-¿Por qué?- me observó brevemente, tratando de no descuidar el manejo.

Pasé saliva, tomandome un tiempo para responder -Hay ... muchas cosas en las que tengo que pensar, supongo.

La casa que por ahora es suya, apareció a la vista, Taehyung avanzó por el césped del frente, yendo directamente al garage para luego parquear el vehículo, librándonos del ruido de los motores. Entonces en silencio, suspiró y se volvió hacia mí.

Fake Wings (ᴋ.ᴛ.ʜ ʏ ᴛᴜ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora