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Semanas Después.

Inglaterra/Londres

6:00 pm.

Taehyung.

Había retornado a Inglaterra luego de que el plan urdido por Jimin se hubiese cumplido y mi existencia hubo tenido sentido medianamente. Estaba ansioso. Era una situación pareciada a cuando apuestas todo tu dinero mientras juegas Poker en un casino y temes perderlo todo, pero tienes fe en conseguir el doble.

Llevo más de cino minutos dentro de un auto -el cual puede decirse mío por ahora ya que lo he rentado-, estoy estacionado a la orilla de la acera en la que Eun-Sang y Dae-hyun juegan con una pelota, siendo vigilados por SeokJin, Lisa y... Tn, quienes estan sentados en una de las mesas ubicadas justo afuera de lo que parece una cafetería. Y aunque me complace admirar lo grande y preciosa que está mi hija y la energía y adorable torpeza de Dae, mis ojos no se apartan de ella, de su pelo negro un poco largo y estirado, de sus gestos, de como va vestida.

Dos días, tengo 42 horas para lograr mi objetivo, o de lo contrario la perderé para siempre si se ejecuta esa estúpida boda. Y sí, cinco minutos puden parecer nada pero, todos hemos sentido largo un tiempo aparentemente pequeño.

Suspiré tratando de hacerle un especio a la relajación y, encendí mi auto para avanzar lo necesario como para estar exactamente frente a ellos. Me apeé del auto tirando la puerta y cuando estuve en la acera ,el balón que se lanzaban los niños rodó justo hasta mí. Lo frené con la suela de mis zapato y lo tomé con mi mano, no había llamado la atención de nadie hasta que Eun-Sang soltó una exclamación que me hizo notar.

-¡No puede ser! ¡Papiii!- corrió en mi dirección sin pensárselo dos veces, sacándome una espontánea sonrisa de felicidad.

La atrapé en mis brazos y la levanté.

-¡Viniste, viniste!- chilló y me besó la cara con emoción.

Cómo amo escuchar su vocecita.

-Hola, princesa.- dije sonriendo- yo también te extrañe mucho.

Y cuando me abrazó del cuello, busqué automáticamente un par de ojos, chocando con ellos en nanosegundos. Todos me habían notado, ella me había visto.

-Espera, espera, cariño, estás dejando a tu hermano fuera.- ignoré que tres pares de ojos me enfocaban y dejé a Eun en el suelo para dirigirme a mi hijo varón.

Dae no se había movido de lugar así que yo fui quien se acercó.

-Toma.- le extendí la pelota y él la cogió entre sus manitas pequeñas. Sonreí enternecido.- ¿No vas a darme un abrazo?

Él pestañeó varias veces para luego mostrarme esos dientes pequeños que tiene en una genuina sonrisa, corrió un poco hacia mí, a lo que yo carcajeé y lo cargué abrazándolo.

Espero que pronto se le quite la timidez.

Lo bajé a los segundos y cuando me erguía otra vez, vi a Tn aproximarse. Me acomodé la cinturilla del pantalón, nervioso, al mismo tiempo aprovechando para fijarme en como vestía : una blusa negra corta ceñida al cuerpo debajo usaba una falta a juego del mismo color.

-Hola...- fue lo que dije, visualizando en mi mente como sería abrazarla y besarla como saludo en vez de hacerlo como si fuésemos extraños. Observé hacia la mesa y alcé las cejas en saludo moviendo tambien mi mano. Lisa agitó su derecha y SeokJin se quedó igual, supongo que sigo sin agradarle.

-No dijiste que venías.- dijo Tn mirando un momento hacia atrás, en donde Lisa y SeokJin se habían quedado mirándonos expectantes. Tal parece que están juntos otra vez, pues estan cogidos de las manos y muy juntos.

Fake Wings (ᴋ.ᴛ.ʜ ʏ ᴛᴜ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora