Tn.
“Área de psicología”.
El letrero me indica que he llegado al sitio que buscaba.
No pensé que llegaría a este extremo, pero hoy queria y podía así que me decanté por venir, no tengo nada que perder. Creo.
Juro que iba a volverme loca de tanto pensar. Si no es su boca, es su mano tocándome el muslo. No podía ser que con unos besos en el cuello me haya atrofiado la mente de tal manera . ¿Por qué el tiempo pasa tan lento? Ya deberían haber pasado las dos semanas en las que Hoseok no estaría, pero resulta que solo han sido cuatro largos días desde que se fue.
Ya no está esa voz de mi cabeza que me obliga a no dejarme hipnotizar ni por sus estúpidas palabras ni por su expresión suficiente; solo una terrible inseguridad. No importa lo imbécil que sea, con cualquier pequeñez logra dejarme sin palabras. Acostumbra a hablar con esa confianza en sí mismo que pone mis piernas a temblar en tan solo segundos. Se supone que la Tn de veintiséis ya no se deja ganar de sus trucos. ¿Qué me pasa?
La puerta a la que llevo mirando durante escasos segundos se abre. De dentro sale una chica adolescente, seguido la doctora. Se quedan a hablar sobre algo, parece que se despiden.
Eda Parker es una de las pocas amigas que he hecho desde mi estancia en este lugar. El ser coreana me impide hacer muchos amigos pero por suerte han habido excepciones. Y ya sé que Lisa puede hacer de mi psicóloga personal si se lo pido, de hecho es posible que quiera aniquilarme si empiezo a esconderle cosas, pero mi caso llevaba el trato de una profesional como Eda.
La conversación que tengo en frente acaba y cuando la desconocida pasa por mi lado enfoco a mi colega. Eda me reconoce y sonríe sorprendida. Me acerco sonriendo también.
-Hey, Hola cariño!- dijo sonriente.
Reí aceptando su cálido abrazo. En todos lados se es más afectivo que en Corea, ya me estoy acostumbrando a dejar las reverencias con el tiempo viviendo aquí. Todos suelen abrazarse o besarse en la mejilla.
-¿Y esta sorpresa?
-¿Podemos pasar? Necesito una conversación contigo, por favor- ruego aunque sé que no hace falta.
-Claro que sí, pasa.- se aparta permitiéndome entrar.
Minutos más tarde estoy sentada frente a su escritorio echando un vistazo a su sofisticado y curioso despacho mientras ella nos prepara un café.
-Aquí tienes- una femenina voz se escucha, y veo una bonita tasa verde delante mío con un contenido humeante listo para caer en mi estómago. Supongo que no todos los pacientes tienen el privilegio de que la doctora les haga café así que lo cojo dándole las gracias. Me animo a dar un pequeño trago en lo que Eda se sienta al otro lado del escritorio.
-De acuerdo, cuéntame tu problema, soy todo oídos- me miró atentamente.
Busco como empezar a explicarle, era un poco difícil mi... testitura. Y bueno ta.vien tenya que decírselo todo el Inglés.
-Verás... es sobre mi ex pareja.
-Entiendo.- dijo asintiendo- ¿Y... qué pasa con él?
Froto mi pulgar con el borde del recipiente de vidrio. -El problema es que me está empezando a... atraer sexualmente y... -dije mirando a otro lado- está mal, no sé si me entiendas.
-¿Por qué dices que está mal?- pregunta.
-Tengo una relación estable con una persona genial y estoy a punto de casarme. Además él no deja ser el maldito que me fue infiel, está claro que lo que estoy sintiendo es... sinsentido e incorrecto.- mis palabras salen cargadas de frustración y de regaño hacia mí misma.
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Fake Wings (ᴋ.ᴛ.ʜ ʏ ᴛᴜ)
FanfictionNo existieron tales alas, todo el tiempo fueron falsas. Si el destino les hubiera dicho que los uniría para separarlos, entonces las cosas se hubieran quedado en aquel accidental tropiezo. 𝑭𝒂𝒌𝒆 𝑾𝒊𝒏𝒈𝒔 Primer libro: Broken Wings Segundo lib...