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El suelo estaba frío, había salido tiritando de aquella ducha, y no sé especificar los motivos. Atravesé el vestidor y caminé un poco más rápido para llegar a la alfombra, esa que vi antes frente a la cama. El terciopelo alivió la frialdad que cargaba en los pies. Me senté en el suave colchón, sin saber que hacer o a donde ir. Tendría que esperar a Taehyung aquí sentada. No lavó mi ropa, la escondió, nunca ha lavado ningún tipo de ropa, y si eso era antes, tengo por seguro que hoy sigue siendo igual.

Suspiré y me pasé las manos por la cara, todo es muy confuso. No puede ser que estas sean las consecuencias de mi irresponsabilidad. ¿Cómo acabé haciendo esto?.
¿Como pude rendirme ante mi deseo sexual hacia él? ¿Cómo quedo yo después de esto?.

Mordisqueo el interior de mi mejilla tratando de no poner mi mente a maquinar en estos momentos. Me siento nerviosa, mal, fuera de lugar, todo a partes iguales.

Solamente quiero irme de aquí y volver a casa. Es mi día de descanso, gracias al cielo no estoy perdiendo horas de trabajo. Pero no es menos cierto que debería estar cuidando de mis hijos, es una lástima que su padre me haya raptado de la manera más baja. ¿Es mi culpa? eso también, y seguro que lo que acaba de pasar en la ducha solo le da más derecho a no dejarme ir. Recuerdo lo que hicimos hace poco y me ofendo de todas las formas que existen. Odio mi escasa fuerza de voluntad.

Miro que Taehyung todavía no viene y cambio la mirada con pesadez.

Mi pelo gotea sobre el albornoz blanco que me envuelve cuando algo produce una corta vibración. Algo como un celular.

Celular. Lo analizo y recuerdo de que me he dejado el mío en el baño, aunque eso no es importante al encontrar un teléfono justo delante de mí ,puesto sobre una bonita mesa redonda.

Ya lo había visto pero no me pareció relevante, era solo un objeto más dentro de este lujoso cuarto, y siguió siéndolo hasta que la audible vibración se repitió.

El teléfono tenía encendida la pantalla. Desde la distancia no podía ver. Y la curiosidad fue más grande que el que me mantuviera ahí sentada e intrigada.
Vigilando que Taehyung no venía aún, me levanté. Tomé el aparato y miré, encontrando dos notificaciones en la pantalla de bloqueo que al instante me cambiaron el estado de ánimo.

Tayle

_Good Morning baby!

_Do you breakfasted? I can go to your house, just if you want...

-¿Qué haces con mi celular?

Me sobresalto en mi sitio, mis manos no llegan a perder fuerza así que no se me cae lo que sostengo en ellas. Giro el cuello viendo a Taehyung justo detrás de mí. Va vestido ya, aunque no lleva nada en el torso. Voy a empezar a pensar que quiere presumir sus tatuajes.

Tiene un celular en la mano también, el cual puede decirse mío. No me mira frívolo ni molesto, pero eso no quita que me haya pillado infraganti.

-¿Tayle y un corazón rojo?- reacciono por fin, soltando un involuntario bufido de burla.-. No sé por qué lo hallo tan ridículo.

-¿Qué estás viendo?- me arrebata el celular de las manos para entender de que le hablo. Segundos después de que lo capta, habla- Ah, así que me han llegado los mensajes y tu has venido a mirar.- Se lo guarda en el bolsillo del chándal y me mira.- ¿Por qué? ¿celos?

-Por supuesto que no- cruzo los brazos, mirándolo ofendida, con ganas de que se le quitara la sonrisa esa que tanto detesto- Me da completamente igual, pobre de ella, no sabe con quien se mete.

-¿Y con quien se mete?- me sigue el juego.

Chasqueo la lengua, mi paciencia yéndose poco a poco. Sí, esto era lo que podía ocasionar un jodido emoji de corazón rojo. A decir verdad ni yo misma entiendo por qué me molesta- No lo sé, es que tendría que decirte demasiados adjetivos, uno solo no alcanza para describirte.

Fake Wings (ᴋ.ᴛ.ʜ ʏ ᴛᴜ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora