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Me viré al otro lado y fruncí el ceño.

-Ah...  ah~

Mis gemidos rebotan con la superficie de la mesa, tan altos como mis ganas de que no se detenga. Su mano en mi nuca hace más presión y su envite se hace más duro y frecuente. A mis piernas las azota un temblor y por mi vientre corre un delicioso cosquilleo al que no puedo describir con palabras.

-¡Sí... Oh Dios... !

No veo básicamente nada porque estoy sobre la mesa pero él se encarga de que sienta de todo, como la excitante extensión de su miembro completa dentro mío, por ejemplo. Con los ojos cerrados, apreté los dedos de mis manos, débil. El clímax es increíble, sé que él también lo alcanza por sus palpitaciones y sus sexys gruñidos volviéndose más seguidos.

Una gota de sudor rueda por mi frente cuando un estridente sonido que se me hace familiar se mezcla con mi surrealista sueño. Me bastan algunos segundos para volver al mundo real, sentandome en la cama, así como cuando sales de una pesadilla.

Entonces me doy cuenta de que trata nada más y nada menos que de mi alarma.  Extiendo mi mano y descarto la alarma, dejando de hacerme sufrir con sus horripilantes vibraciones.

Me hallo cubierta de sudor hasta el dedo más pequeño de mis pies. Me deshago de la molesta sábana y mientras miro a alguna parte se mi habitación, pienso en cómo he terminado despertándome de esta manera, en cuantas veces más va a suceder.

Sí, está no es la primera vez que me despertaba mojada -en todos los sentidos- debido a un sueño húmedo. ¿Cuándo fue la última vez que tuve uno?

Ya son tres días desde que pasó lo de los papeles. Me he mantenido tan distante como siempre, él ha venido pocas veces a ver a los niños o traerles algún que otro obsequio y no le he casi ni mirado. Sin embargo, cuando despertaba al otro día sofocada y excitada después de un suculento sueño, me preguntaba de que había servido haberlo estado evitando tanto.

Por otro lado tener la idea concisa de que Taehyung no se ha dado por vencido conmigo e intentará tenerme de vuelta es escalofriante, pero además molesto. No es tan fácil no odiarlo cuando pienso en todo lo que me hizo.

Tal vez tenga que ir con una psicóloga, sí, no es tan mala idea. Seguro si hablo con otra persona del embrollo que tengo en la cabeza logre sentirme mejor. Lo seguiré considerando, hasta que realmente lo haga.

Me niego a seguir pensando y miro a mi derecha, encontrándome con la adorable imagen de todas las mañanas. Dae-hyun no se merecía que lo despertara en este estado así que antes de decidí ir a ducharme. Necesitaba despertar bien y lavar mi cabello porque olía a rayos.

-Por fin se levantan- Jin sonrió al verme salir junto a Dae hacia la sala, poniendo una última cosa sobre la mesa antes de sentarse.

Fui donde Eun-Sang a dejar un beso en su frente, besé al apuesto de mi hermano en la mejilla ganándome un "Buenos días hermanita", y seguidamente me senté en una de las sillas poniendo a mi hijo en mis piernas. Miré que Lisa no estaba por ninguna parte y justo antes de preguntar la susodicha se hizo presente saludando a todos una iridiscente sonrisa.

-¡Qué bonita, Lisi!- exclamó Eun

-Gracias peque- le dijo una silla para sentarse.

Mi hermano mira lo mismo que nosotras pero se puede decir que no con los mismos ojos. Sus labios se quedan entreabiertos con la entrada triunfal de mi mejor amiga, solo faltó un poco para que babeara. Segundos más tarde dejó de mirarla y carraspeó dedicándose a servirse del desayuno que sus mismas manos habían hecho.

Fake Wings (ᴋ.ᴛ.ʜ ʏ ᴛᴜ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora