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Los días lluviosos son mis favoritos.

Adoro el frio, el cielo gris, el olor a tierra mojada, aunque de cierta manera este tipo de época no me trate muy bien ya que solo hago descuidarme un poco y eso es un resfriado seguro.

¿Ya dije que el clima de Londres es muy bipolar? Pues lo es, en la mañana el cielo estaba muy despejado con un bonito Sol, mientras que ahora es todo lo contrario.

Mi auto lo usa SeokJin hoy y casualmente me falta el objeto principal: un paraguas. Eso explica por qué no he podido moverme del techo de la entrada del hospital desde hace cinco minutos.

Alguien que pasó a mi derecha me saludó, y yo giré enseguida devolviéndome el agradable saludo a un doctor con el que he estado trabajando desde que estoy en piso. Le seguí con la vista, un auto lo esperaba al parecer, se apresuró a subir al asiento copiloto y el coche avanzó.

Yo me vi en el mismo lugar y solté un suspiro de preocupación. Tengo que conseguir al menos un paraguas o no podre salir de aquí, el agua no parece querer dejar de caer. Cada vez hacía más frío y me frustraba lo tarde que se me hacía. Desbloqueé mi celular con mi huella digital y una idea un poco imposible me vino a la mente.

En recientes la última llamada era la de Taehyung, si deslizaba el dedo hacia la derecha sobre la notificación estaría llamándolo, pero el pulgar se me quedó quieto.

Cerré los ojos un momento y solté un suspiro volviendo a mirar la pantalla de mi celular. No lo pensé más e hice que se iniciara la llamada a la que tanto temía. Me apoyé el teléfono contra el oído y esperé al primer timbre. Los cinco primeros timbres se escucharon y entonces colgué, tal vez queriéndome librar del tenso estado que me embargó mientras esperaba a que recibiera mi llamada. Cómo me avergüenza la cobardía que estoy demostrando para hablarle por teléfono.

Mi celular vibró con fuerza en mi mano y solo tuve que mirar para comprobar que era Taehyung.

Respondí sin rodeos.

**Llamada**

-¿TaeHyung?- hablé, una pregunta realmente retórica.

-Hola- se escucha sorprendido- Ahm, no esperaba que me llamaras ¿pasó algo?

-Umh, yo... me preguntaba si podías venir por mí. Estoy en el hospital, mi turno acabó y no he podido irme porque no tengo mi auto y tampoco-

-¿En el hospital?

-Sí...- dije sorprendida por su interrupción.

-Espérame ahí, ya voy.

El pitido me hizo apartar el celular para ver que la llamada había sido terminada.

Bien, ya lo hice y sigo viva, no era para tanto.

Me estuve de pie allí de pie, sin querer ponerme a pensar en si estuvo mal haberlo llamado porque al final discutir conmigo misma siempre terminaba en lo mismo. Al cabo de diez minutos o más, pude discernir un auto gris aparcar frente a la edificación al otro lado de la carretera. Todo indicaba que dentro de este venía la persona que venia a mi rescate, y lo confirmé al verlo salir del asiento conductor con una sombrilla sobre sí, llevando un grueso abrigo color verde oscuro que se me antojaba en esos momentos.

Rodeó el auto para dirigirse a mí, yo bajé los escalones rápidamente estrechando los ojos y cubriéndome un poco con las manos, él esperó a que llegara.

Me metí bajo la sombrilla y entonces nos dirigimos a su auto. Mientras caminaba sentí una muy rara sensación, como si alguien me observara fijo. Volteé instintivamente buscando encontrar algo pero me enderecé enseguida, era en vano mirar cuando anochece a cada segundo y la lluvia va en medio.

Fake Wings (ᴋ.ᴛ.ʜ ʏ ᴛᴜ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora