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Taehyung.

Lancé la gasa de algodón al cesto del baño viendo que no daba mas abastos, hice una mueca al mirar la mala pinta que tenía la herida en mi abdomen. No sé como pude llegar a casa, esos malditos me agarraron de saco de boxeo, me duele absolutamente todo el cuerpo.

Jadeando adolorido, cogí otro envoltorio y saqué mas algodón viendo los otros productos que se encontraban en el kit de primeros auxilios, tal vez podia hacer uso uno de ellos, pero no tenía idea de cual. Siceé al sentir una punzada en mi cabeza y me miré en espejo viendo la sangre a un lado de mi frente.

Y cuando creo que no puedo estar mas perdido, lo estoy. El timbre suena por todo el primer piso, yo al estar en el baño de abajo puedo escucharlo mejor. Juro que consideré ignorarlo, pero terminé apelando a mis pocas fuerzas para ir hasta la puerta luego de haberme colocado mi chaqueta por encima de mi camisa ensangrentada -aunque no servía de mucho-.

La sorpresa fue grata. Y es que era obvio, ¿quién mas vendría a verme? ¿quien tocaría mi puerta si no conozco a nadie más en esta ciudad?

Tn estaba ataviada en un jersey rojo y unos pantalones cortos junto a unas bonitas sandalias de cuero. Nadie mejor que yo supo la gratitud que me causó verla, pero igualmente no era el momento. Estaba pasándola muy mal ahí de pie, podía sentir como mis heridas supuraban, y no podía evitar hacer muecas de dolor.

-¿TaeHyung?- Tn me observó, adentrándose a la casa en un santiamén. Me escudriñó el rostro preocupada y bajó la mirada para observar la mancha carmesí en mi camiseta, la cual era inapropiadamente blanca.- T-tú... tú estas muy mal. Dios mío, ¿q-qué te sucedio?

-A-ayúdame.- susurré. Ella la única persona que en serio podía hacerlo.

Tn tragó. Sin decir nada me tomó el brazo e hizo que me apoyase de ella para ayudarme a llegar a la sala principal, en donde me pidió acostarme sobre el sofá, lo que acaté con obediencia. Apreté los dientes sintiendo las punzadas de dolor que provenían de la herida en mi abdomen, es la que mas me duele ya que no fue con un bate, sino con un una navaja. Miré a Tn y vi sus lindos ojos cristalizados, no dejaba de mirarme atemorizada.

-¿Q-qué es esto?- titubeó con voz quebrada- Tae,  s-se ve muy mal, ¿quién te lo hizo?.

Ella me había llamado por el disminutivo de mi nombre ,y aunque lo tuve muy presente, negué con la cabeza, mi respiración agitada-. Preciosa, tranquila ¿si?, luego po-podemos hablar eso, solo... necesito que me ayudes ahora.

Tn asintió con dificultad.- Está bien, entonces...- no perdía la oportunidad de mirar el lamentable estado de mi cara- dime, ¿tienes algo aquí para curarte?

-En el baño- indiqué con la voz desgastada , estoy seguro de que el sudor es discernible en mi frente- primer piso, ahí hay un botiquín, estaba utilizándolo pero...

Tn se dirigió a la dirección que le dí inmediatamente. Pasó alrededor de un minuto y medio para que ella regresase, con el pelo recogido en un coleta alta. Llegó al sofá y como había el suficiente espacio dejó el botiquín en la mesa de centro y se sentó a mi costado. Antes de hacer algo se retiró el Jersey quedando en una blusa de tirantes color blanco ajustada a su delgado torso. Analizó el apnorama y supongo que su instinto medico le llevó a subir mi camiseta blanca, dejándola amontonada en mi pecho. Sus manos estaban mojadas, como si se las hubiese lavado antes de volver. No vi el mismo horror en su mirada que antes, y es que ciertamente su miedo era más por verme en estas condiciones que por estar viendo sangre u algo así, pues me imagino que esto no le cause ninguna impresión al ser doctora.

-Atenderemos esta herida primero, ¿de acuerdo?- me dijo y asentí con la cabeza.

Cogió del botiquín otra de las gasas que yo malgasté antes, solo que esta vez ella le dio utilidad y recogió la sangre.

Fake Wings (ᴋ.ᴛ.ʜ ʏ ᴛᴜ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora