OPPA❞ ksj

"Casi"

De nada serviría el té ahora que habían tomado una sola copa de vino entre los dos. Nada más una, pues se trataba del vino favorito de Seokjin el cuál era demasiado fuerte, fácilmente podían terminar ebrios con tres copas cada uno y ese no era el plan.

—¿Deberíamos volver algún día al tenis?— preguntó ella— Eso siempre ayuda a tu estrés.

—Podemos rentar un espacio privado, así no molesta la presencia de terceros.

Apagó las luces, haciéndole compañía en la cama bajo los gruesos cobertores, en el momento en que se acomodó, Sooji buscó acercarse, una de sus manos se posó en el hombro de Seokjin y luego cambió de idea, girándose para hacer que la abrazara por detrás, entonces la respiración del mayor chocaba con su nuca. Respiró profundo.

—¿Qué te dijo Mary?

—Solo insistiendo... quiere volver. Hablaba en serio cuando te dije que si ella busca acercarse a tí... dímelo.

—Lo más probable es que lo haga, si sabe que tú me escuchas a mi... me pedirá ayuda.

—Tiene prohibido siquiera respirar cerca tuyo— asintió aunque no pudiese verla—¿No tienes sueño?

—No...

—Si te pido que te voltees...

—No.

—Estás llorando y me gustaría saber por qué.

Ciertamente había comenzado a llorar, tal vez el miedo, quería decirle a Seokjin como se sentía, pero no sabía cómo y eso la frustraba, porque no quería arruinarlo todavía más.

—Oppa.

—Sooji.

—¿Qué piensas de mí?— pasó saliva— Ya sé que me aprecias mucho, pero, quisiera saber si, como mujer...

—Eres una mujer fantástica, en todos los sentidos. Hermosa, atractiva— su corazón dio un salto— tu forma de ser es indescriptible, todo en tí está bien. Eres casi perfecta.

Ese casi lo dijo con un tono resentido.

—¿Casi?

—Casi— hizo presión en su cintura, pidiéndole girarse y así lo hizo, ya estaba más tranquila— tienes todo lo que un hombre busca y al parecer ninguno valora.

—¿Por qué soy casi perfecta?

Insistió en eso, pero él evadió la pregunta y siguió adulando lo maravillosa que era, sin embargo, estaba esa espinita molesta que quería saber por qué no era perfecta a los ojos de Seokjin.

—Tus ojos son preciosos.

—Oppa.

—Tus abrazos son los mejores, sabes consolar a una persona y brillas con luz propia.

—¿Por qué no soy perfecta?

—Todos voltean en tu dirección cuando entras a un sitio y es imposible apartar los ojos de ti.

—¡Seokjin!— exclamó, molesta de la nada— Responde; dime qué me falta para ser perfecta.

—Nadie es perfecto, Sooji.

—¡Agh! Pero si podemos ser perfectos para alguien, así qué, dime qué me falta para ser perfecta para ti.

Lo escuchó resoplar, Seokjin no solía hablar solo por hablar y si había hecho énfasis en ese casi perfecta, ha de ser por algo. Algo hacía presión en el pecho de Seokjin, como si no le gustara que la conversación se volviera tan seria de repente.

—¿De verdad quieres saberlo?

—Si.

—Bien— susurró, todavía podía oler el vino en su aliento— Si pudieras ser mía, serías perfecta— confesó, el  nudo en su garganta haciéndose más grande— por eso, todo sería más fácil si las otras mujeres fueran como tú. Pero no lo son, solo hay una Sooji en el mundo y esa Sooji eres tú— tragó saliva cuando pudo hacerlo— mi hermana.

Sooji se desesperó, no sabía cómo tenía que interpretar eso, porque a veces ella pensaba que Seokjin se refería a una cosa y resultaba ser todo lo contrario.

—Si soy tuya.

—No lo eres.

—Si, si lo soy— sollozó— ¿Cómo no lo sería?

—Soo, no podemos hablar de esto— suspiró, haciendo ademán de levantarse— no está bien. Olvida lo que dije.

—Ya, Kim Seokjin.

—Olvídalo, Sooji.

Encendió las luces y salió de la habitación, dejándola ahí llena de emociones desbordandose y el cuerpo temblando.