En la cabeza de Seokjin, se creaban miles de escenarios distintos y Sooji estaba en cada uno de ellos. Lo dopaba.
—Oppa, debo ir a buscar a la niña a su escuela.
Apartó su ropa interior, sostuvo sus caderas y luego la mantuvo en su lugar tomando sus muslos, Sooji dejó de buscar agarre en la pared donde estaba apoyada para tomarse de los hombros anchos que le servían mejor como soporte.
—Será rápido.
Entró, tragándose el grito completo y luego motivandose con los gemidos llegando directo a sus oídos, Sooji se expresaba sin tapujos en la intimidad, cosa que encantaba a Seokjin pues él era un hombre con mucha hambre sexual.
Agradecía que ella disfrutara lo mismo que él o tendría que contenerse y eso no lo haría muy feliz.
—¡Si!— ahora amaba el dolor que las uñas largas y agresivas de Sooji le proporcionaban, así que estas enterrandose en sus hombros, en sus brazos, le ponían al cien— Si... si.
—Te gusta...
—Me encanta— respondió, aunque no era una pregunta, Seokjin sabía que le gustaba y ella perdía el aire con cada embestida— me encanta...
—Lo sé, lo sé— sonrió, enterrándose con más fuerza— yo lo sé, cariño.
—¡Ya volví!—Si no te apuras, llegaremos tarde.
No se preocupaba por eso, había ido al salón para tener su cabello y maquillaje listos para llegar a casa y solo enfundarse en el vestido e irse.
Seokjin estaba listo y la observaba divertido, corría por toda la casa dejando las bolsas que traía consigo en la sala y supo que de nuevo no se había contenido de gastar tiempo comprando cosas que llamaron su atención y por eso apenas estaba llegando.
Se perdió durante diez minutos en su habitación y cuando regresó a la sala, de nuevo estaba corriendo, al menos ya estaba vestida, se puso de pie dándole la espalda, le subió el cierre y otra vez a correr.
—¡¿Cuánto tiempo tengo?!
—¡Doce minutos!— se acercó a las bolsas, curioseando lo que había comprado— Veamos...
Vaya, ropa y cosas que no necesitaba, ella veía algo bonito y aunque no fuese de extrema necesidad, lo compraba. Regresó.
—Estoy lista.
—¿Para qué necesitas un ventilador amarillo portátil en invierno?
Levantó la caja.
—Uh, para cuando sea verano otra vez. No me cuestiones, lo compré por el sticker de osito y mira— se acerca, toma la caja, la abre y rápidamente coloca las baterías, encendiendolo— se forma el mismo osito cuando las élices están girando... no me mires así y mejor vámonos.
—¿Y para qué compraste pijamas si nunca usas?
—Si uso, deja eso quieto— reía— no veas mis cosas, oppa.
—Un cucharón— se carcajeó.
—Nos hace falta, también compré tu colonia que ya se está acabando — lo empujó— vamos, vamos. Fisgón.
—¿Me llevo el cucharón a la cena?— ella lo empujaba con él todavía sosteniendo dicho utensilio— En caso de que se me cruce alguna sopa...
—Dame eso.
Salieron de casa, por supuesto Seokjin conduciría y ese día estaba juguetón, molestandola, pellizcando sus mejillas y básicamente retrasando su partida.
—Eso, juega ahora todo lo que quieras porque allí no podremos.
—Si podemos, no sé quién dijo que no.
—Ser tan cariñosos en público está prohibido, oppa.
Seokjin suspiró, negando.
—Si podemos, esta noche está bien, nadie sabe nada de nosotros— lo miró con duda— nadie lo sabe, te lo juro, mi Sooji.
Tampoco quería decirle que estaba intentando crear planes que los beneficiara a ambos, sabía que nunca tendrían una relación completamente normal y que salir a gritar que estaban juntos tampoco era una opción, pero, algo se podía intentar.
—Está bien, confío en tí, oppa.
—Exacto, eso tienes que hacer, confiar en mí— pellizcó sus piernas, sacándole un quejido— a conocer ancianos millonarios.
Le gustaba la risa de Sooji, la escucharía todo el tiempo si por él fuese.
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OPPA❞ ksj
Fanfiction❝Oppa, déjame dormir contigo esta vez.❞ ➤Leer notas de advertencia.