OPPA❞ ksj

"Un final feliz"

—Estaba llegando de la escuela, nuestra casa es muy grande, pero siempre que llegaba, iba directo a la habitación de mi padre para preguntarle cómo estaba— Louis narraba aquello con toda seguridad y valentía frente a los presentes y el juez escuchaba atento— varias veces, ví a mi madre con él, dándole bebidas, agua y eso.

—¿Qué tipo de bebidas? ¿Lo recuerdas?

Louis observó sus manos, se sentía pequeño en su lugar, pero sabía que estaban dándole la oportunidad de defenderse y defender el patrimonio de su padre.

Seokjin sabía que todo ese proceso estaba planeado para joder a Dinah, pues Louis era respaldado por cuatro abogados seleccionados por su difunto padre, ese señor sabía que moriría y planeó todo. Casi quería reírse.

—La verdad no sé... no recuerdo, solo sé de agua y jugo de naranja, a él le gustaba.

El señor Kim estaba a su lado, además de su aprecio por Seokjin, también se beneficiaba mucho si Louis quedaba bajo cargo de su padre legítimo, no solo porque todos esos millones y propiedades estarían bajo nombre de Seokjin, proclamandolo como dueño de todo aquello, sino, porque le interesaba que él, a quien consideraba su hijo, tuviese un final feliz.

Sabía lo mucho que Seokjin estaba sufriendo internamente porque los problemas no dejaban de aparecer, le había dicho que ese era un algoritmo, casi una tradición.

—¿Has leído todas esas historias dónde los personajes principales son como nosotros? Cómo Sooji y yo— le había dicho— no lo creerías, pero hay cientos de ellas y ninguna termina bien.

—La tuya terminará bien, excelente, diría yo— sonrió— en todas esas historias, ninguno de los personajes tenía el poder que tú tendrás pronto— aseguró— el dinero mueve montañas, Seokjin.

—Usted es el padre biológico de Louis.

—Si.

—¿Hace cuánto se enteró?

—Lo supe desde el principio, cuando firmé el divorcio y volvió a casarse poco tiempo después.

—¿Motivo de su separación?

Encogió sus hombros.

—El más común, ya no había química y ella conoció a alguien mejor.

Cosa que en su momento, dolió.

—Papá...

—Estoy bien, no te preocupes— le repitió por segunda vez, tratando de mostrar su mejor sonrisa— ¿No quieres hablar con Sooji un rato?

Le entregó su teléfono, Louis lo tomó y volvió a sentarse, lo escuchó sumergirse en toda una conversación con Sooji, sonrió por eso, ellos dos se hacían cada vez más unidos y eso era bueno.

Estaba preocupado, intentaba quedarse con lo que el señor Kim le había dicho, el jamás se equivocaba, entonces quería que todo lo bueno que soltase, se cumpliera, sin embargo, estaba pensando en que no quería que su padre despertase nunca, en que Mary no podía salir de esas cuatro paredes y la madre de Sooji, no podía perder de vista a esa mujer.

Sin embargo, la posibilidad de que el hombre despertase estaba presente, tampoco podía retener a Mary toda la vida— eso creía— y amenazar no era algo que me gustase, pero debía hacerlo porque tenía que proteger a alguien, protegerse a él mismo y proteger una felicidad conjunta que todavía no alcanzaban.

—Papá— volvió al mundo real, recibiendo el teléfono— Sooji te quiere saludar. Iré con el señor Kim y los abogados un momento.

—Hazlo, te espero— le permitió irse, siguió observándolo, llevándose el celular a la oreja— hola, mi amor.

—Tu agenda es una monstruosidad sin fin.

Se rio, entendía totalmente que se llegase a frustrar, él mismo admitía que tenía cantidades infinitas de citas, tantos pacientes y más, le dejaban muy difícil tener días libres.

—Bienvenida al mundo de tu ocupado novio, con esfuerzo puedo respirar.

—Realmente no sé cómo lo has logrado hasta ahora sin colapsar en el proceso.

—Ya colapsé decenas de veces cuánto estudié la carrera e inicié prácticas, ahora soy indestructible, cariño— sonrió escuchando su suspiro de preocupación— te amo, preciosa.

—Yo también te amo, por eso trataré de que tengas tiempo de paz. Oppa.

—¿Sí?

—Solo piensa en que al final del día regresarás a casa conmigo de la mano, no importa nada más.

Asintió aunque no podía verlo y cuando regresaron a escuchar la decisión final.

Louis sonrió, tenía la misma sonrisa de Seokjin, una llena de malicia y destinada a nada más que el triunfo.