OPPA❞ ksj

"Epílogo"

Un castillo, allí estaba dándose la boda del año.

Muchos colegas y personas influyentes en la actualidad habían mostrado su deseo de asistir a la ceremonia que uniría a Kim Seokjin con Kim Sooji, el primero siendo uno de los hombres más ricos del país gracias al patrimonio heredado por su hijo y a su padre adoptivo, se posicionaba entre los hombres más importantes y codiciados en la gran Seúl.

Todos se enterarían de que compartía lazos de amor con la mujer de su vida.

Jimin llegó acompañado de quién Sooji tenía entendido, era su pareja formal, tomaron asiento y continuaron escuchando la ceremonia junto al señor Kim, padre de Seokjin. Este último se inclinó hacia él.

—¿Todo resuelto?

—En perfectas condiciones, seguridad está muy pendiente de quién puede entrar y quién no.

—Muy bien— sonrió viendo la puesta de anillos—¿Y el otro asunto?

Se aclaró la garganta.

—Ejecutándose.

Jimin le había pedido el favor a su nuevo novio— Hiro, un hombre japonés con una familia incluso más importante que todos los presentes juntos— de pedirle a algunos de sus contactos en la prisión, encargarse del padre de Sooji.

—Ya te dije, no quiero que lo maten, solo que se mantenga con la boca cerrada.

—Que lo hagan callar, entendido.

Hiro a su lado, sacó su teléfono apenas lo sintió vibrar, se lo cedió a Jimin y continuó viendo la ceremonia que cada vez era más parecía a una escena de película fantástica.

—Hecho.

Jimin se tragó las ganas de vomitar y observó a su novio, espantado.

—No tenías que-

—Dijiste callarlo, eso lo mantendrá callado.

El señor Kim observó la foto, no sintió asco, pero...

—Cortarle la lengua fue un poco extremo, de todas maneras puede escribir— se rió, pensando que eso fue gracioso.

—No le de ideas, por favor.

—El novio de Jimin está asustando a los hijos de los invitados.

Susurraba Seokjin al oído de su ahora esposa, Sooji se reía porque si lo había notado, ese hombre parecía no tener muchas expresiones y las pocas que tenía, daban miedo.

Si sonreía, daba más miedo.

—Él es... peligroso, creo.

—¿Peligroso?— la hizo girar, estaban bailando—¿En qué sentido?

—Me refiero a que se dedica a cosas no muy legales.

—¡¿Por qué Jimin se involucra con matones?!— iba a perder la cordura un día de esos— ¿Y por qué lo trae a nuestra boda?

Sooji puchereó.

—Porque está enamorado... ¿No te contó que salió del closet? Le contó a su familia.

—No le fue bien, por la cara que pones.

—No, lo echaron de casa cuando intentó presentarles a Hiro. Supongo que luego de hoy, se irá con él a Japón.

—Mira a Louis.

Volvió a girarla para que pudiese ver lo que él ya había visto, se rio con total libertad. El pobre estaba intentando negarse de manera amable a los coqueteos inocentes de la hija de uno de los empresarios amigo del padre de Seokjin.

Pero ella parecía no rendirse e insistía, lo que tenía a Louis con una muy mala cara. Seokjin le hizo una seña para que bailara al menos una sola canción y así lo dejaría en paz.

Louis volteó los ojos, asintiendo y ofreciéndole su mano a la niña, quién apenas obtuvo una afirmativa, lo arrastró a la pista de baile, el resto de los invitados se animaron igualmente,  vieron a Dhay y a Namjoon bailando juntos con su bebé en brazos, Hoseok estaba sacando sus mejores pasos y tenía a una mujer encantada siguiéndole el ritmo.

Todos estaban divirtiéndose mientras Seokjin parecía aliviado, porque definitivamente no habían terminado como los personajes de historias fatídicas destinadas al fracaso y la tristeza eterna, si, muchas cosas fueron malas, pero ahora tenían muchas más buenas y mejores.

Ahora, él tenía el poder de mover cada ficha y persona a su beneficio y antojo. Tenía a la esposa perfecta, la familia perfecta.

Todo desbordaba la perfección que siempre deseó y luchó por conseguir.

Levantó a Sooji y giró con ella, asustandola para luego escucharla reír y quejarse.

—Oppa...— pellizcó su hombro, no estaba molesta, solo jugaba con él— grosero.

—Nada de oppa, ahora puedes usar el término esposo. Me gusta más.

Y tal vez, con el tiempo, si se regaron muchas sospechas acerca de ellos dos, demasiadas, pero ahora ninguno tenía miedo de callar cada una.

Kim Sooji y Kim Seokjin ya no eran un secreto, eran un poder muy distinto a las parejas comunes, para nada como los individuos de las historias sin finales felices.

Ellos forzaron su final feliz porque lo merecían.

FIN

Pensé que Oppa nunca acabaría, a decir verdad, así como también pensé que no recibiría mucho apoyo y fue todo lo contrario.

Muchas gracias por todo el tiempo que dedican a leerme y pueden respirar tranquilas porque no tuvimos final triste, pues como el señor Kim dijo; el dinero mueve montañas.

No habrán extras ni nada más, es un cierre definitivo porque ya no queda nada más que contar.

Las tkm y besitos rojos ❤️✨