OPPA❞ ksj

"Dudar"

—¡¿Cómo es que no sientes vergüenza ahora mismo, Seokjin?!— él guardó su teléfono, había enviado un mensaje y era cuestión de esperar— Eres un enfermo.

—No sé de qué hablas.

Mantenía su tono de voz neutro, su mano pesada se posó en su hombro, asustandola para luego empujarla y hacer presión, sentándola en el sillón, él hizo lo mismo, quedando frente a ella y la mesa del centro siendo lo único que los separaba.

—Voy a hablar con tus padres.

—¿Sobre qué?

—Lo haré. Así que puedes ir despidiéndote de Sooji, porque no podrás volver a verla.

—¿Y qué vas a decirles? Si no has visto nada que puedas comentar.

—¡Los ví! No te atrevas a negarlo— hizo puños sus manos a sus costados—no soy una de tus pacientes, Seokjin, no intentes jugar con mi cabeza.

—Supongamos que es cierto, que has visto algo, que sucedió... lo que sea que tú cabeza te diga que sucedió.

—Sucedió.

—Si, claro. Digamos que pasó— cruzó sus brazos— ¿Qué te hace pensar que mis padres van a creer algo de lo que dices? Después de lo que hiciste, provocaste que Sooji y yo nos fuéramos de casa y ellos, al día de hoy, siguen arrepintiendose por eso, entonces, yo no creo que vayan a tener la reacción que quieres, si les dices más mentiras, Mary.

—¡No son mentiras!

—¿Tienes pruebas que demuestren lo contrario?

Se levantó, a punto de perder los estribos y una mirada dura del mayor bastó para devolverla a su asiento.

—N-No son mentiras, no intentes hacerme dudar de lo que ví. Pasó hace minutos.

—¿Qué pasó?

—Se besaban...

—¿Quiénes?— suspiró, negando— Creo que tienes un problema, Mary. Muchos, de hecho.

Además de una mente muy débil y manipulable. Seokjin sabía cómo enredar a personas así y sabía que lo estaba logrando porque ya lo había intentado en muchas ocasiones cuando ambos salían.

Mary estaba enferma, era fácil persuadirla y además, decía amarlo, él podía negarle todo, decirle cierto número de veces que lo vio no es real sino, producto de su mente, porque lo extraña.

Además de su deseo por mantener una imagen de Seokjin dónde él era perfecto y jamás haría algo incorrecto. Tenía traumas de abandono, todo el mundo la había dejado sola, pero no podía consentir que Seokjin también lo hiciera.

Su aspecto descuidado, de nuevo, era preocupante.

—No harías algo como eso...

—Jamás— señaló el lugar— Sooji ni siquiera está aquí, Mary. He llegado solo, estaba en la cocina a punto de prepararme algo para ir a dormir.

No podía gritarle y echarla sin más, no le convenía que formase un escándalo del que sus padres podrían enterarse y hacer presencia.

Debía proteger a Sooji, así que tenía que pensar en mejores métodos. Entrecerró los ojos, viéndola batallar con su propia cabeza, llegando a una sola conclusión y esa es que tenía que mantenerla muy bien vigilada, el único lugar donde podía hacer eso, era en el hospital.

En psiquiatría.

Llamaron a la puerta, Mary seguía distraída, todavía sin poder creer que todo lo que vio era mentira, él se levantó y abrió, dos oficiales de policía entraron y detrás de ellos dos enfermeros de su hospital.

—Pasará al menos una noche en la estación— decía uno de los oficiales— veremos si podemos comunicarnos con algún familiar.

Sooji veía escondida como los enfermeros curaban las heridas de sus manos y piernas, el oficial restante veía el desastre en la habitación de esta, además de la entrada forzada por la puerta de la terraza, pensaba en que tuvo que haberse resbalado y lastimado un par de veces, además del frío.

Mary continuaba perdida en su mente y Seokjin sabía que tardaría en salir de ese estado. Sonrió al oficial, asintiendo.

—Gracias por todo.

—No es problema, señor Kim. Señorita— se despidió— lamento que hayan pasado por algo así.