Probablemente resultaría con el estómago revuelto luego de combinar tantas bebidas, té, vino y ahora agua helada.
¿Por qué le había dicho eso a Sooji? Sus dedos golpetearon contra la barra de la cocina con excesivos nervios, se suponía que él sabía guardarse sus comentarios inadecuados para el mismo y ahora había confesado uno de sus secretos más importantes.
¿Se arrepentía? Sí.
No podía hacer otra cosa más que fingir demencia, terminó el agua y se tomó su tiempo para pensar en subir, tal vez Sooji había terminado por irse a su habitación, se sorprendió al ver que no era así, las únicas luces encendidas eran las del cabezal de la cama, tenues. Sooji parecía estar dormida.
Se acercó y subió al espacio libre en la cama, dejando las luces tal cual estaban, sabía que a Sooji no le gustaba dormir en total penumbra y a él no le molestaba un poco de luz, así que estaba bien. Cerró los ojos, buscando conciliar el sueño.
Fue pocos minutos después que la sintió removerse a su lado y no le dio importancia hasta que hubo un peso considerable en la zona de su pelvis, abrió los ojos y se quedó helado.
—Kim Sooji— sus orejas se habían puesto rojas, su cuello también y no tenía idea de a dónde mirar— bájate.
Sooji estaba desnuda y sentada encima suyo, su expresión era la de una mujer determinada a obtener algo y sin miedo a nada, como si esos minutos en los que él fue a la cocina hubiesen sido suficientes para llenarse de valentía y exponerse de esa manera.
No hablaba, no decía nada, solo estaba ahí, colocando en una posición difícil a Seokjin, ahora él solo buscaba algo de lo que agarrarse e intentaba no mirarla, pero fracasó en eso, porque estaba viéndola completa y su cuerpo reaccionando a ese estímulo visual.
Senos preciosos, cintura, piel tersa y pálida, cabello trenzado, aroma inigualable. Se acomodó y abrió las piernas otro poco, exponiendo su centro para que Seokjin la viese en su totalidad, le faltaba el aire.
Era mil veces mejor de lo que alguna vez imaginó.
—Oppa.
—No— espabiló, sus manos hechas puño a sus lados, reteniendolas allí para evitar tocarla—No puedo tocarte, no voy a tocarte, Sooji.
Se encogió de hombros.
—No tienes que tocarme. Yo puedo hacerlo sola.
—Soo-
Tomó sus manos, invitándolo a dejarse llevar, ubicó ambas en sus senos, las dejó ahí unos momentos mientras poco a poco terminaba haciéndolo sentarse y ahora agarrar su cintura. Al menos tenía su rostro cerca y ambos estaban temblando, Sooji quería llorar, se sentía como una mentira.
Estar así. Sooji amaba y deseaba con todo su corazón y cuerpo a Seokjin, por eso, quería creer que no estaba mal ese momento.
Quería creer que era correcto.
La diestra de Seokjin dejó su cintura y subió a su rostro, a su mejilla, ella cerró los ojos sintiéndose tranquila por el toque gentil, por el pulgar presionando en su labio inferior, incluso por su respiración dificultosa. No importaba nada, el problema que eso sería después, lo que pasaría luego de, nada, solo ese instante dónde fue un poco valiente.
Si él la quería o no.
Si la aceptaría o no.
Y Seokjin se sentía como un tonto afortunado que había alcanzado las nubes dónde estaba su deseo más grande. La mujer que él quería y no podía tener.
Pero en ese momento nadie lo juzgaría.
Inclinó la cabeza, juntó su frente con la de ella al igual que sus narices, entonces, volvía a dudar y se detenía, escuchaba los suspiros de Sooji y deseaba tragarse cada uno.
Hasta que se rindió y sucumbió. La besó, ya no había forma de retroceder luego de eso, la besó con dureza y hambre, sin paciencia, su cuerpo hormigueaba y volvió a dejarse caer hacia atrás en la cama, acostándose con Sooji encima mandando en el beso mientras él decidía con el tacto sobre su cuerpo.
Pasaría y él lo aceptaría, no tenía y tampoco quería más opciones para acudir o suprimir su sentir.
Incestuosos verificados ahora sí
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OPPA❞ ksj
Fanfiction❝Oppa, déjame dormir contigo esta vez.❞ ➤Leer notas de advertencia.