OPPA❞ ksj

"Aceptar un no"

Seokjin tenía su teléfono en mano mientras salía al estacionamiento, ese día, definitivamente, había sido uno de los peores en todo ese mes, demasiado trabajo, demasiados papeles. Demasiado estrés.

Pretendía llamar a Sooji para preguntarle si ya había llegado a casa, esperando que su día haya sido mejor que el suyo, le avisó que Jimin iría a visitarla por breves minutos en plan de amigos y solo escuchando ese término, se calmó y se permitió escuchar la historia donde Sooji le afirmaba que entre ellos dos definitivamente no podía existir nada de índole romántica.

Revisó la hora, sí, ella definitivamente debía estar en casa, así que solo la llamaría para pedirle que se alistara e ir a cenar por fuera, no quería hacerla cocinar.

Subió a su auto y casi muere del susto cuando la puerta del copiloto se abrió y alguien subió, luego, del susto pasó al enojo.

—¿Qué estás haciendo? Bájate de mi auto, tengo prisa.

—No respondes a mis cartas, mensajes o llamadas. Tenía que hacer algo al respecto, así que heme aquí— bajó el teléfono, su mal humor iba en aumento con Mary al lado— escucha, llévame con Sooji, lo estuve pensando y voy a disculparme con ella.

—¿Disculpa? ¿Estás ordenandome?— su semblante permaneció frío—Bájate del auto o juro que llamaré a la policía, no estoy de humor, Mary, no voy a tolerar tus tonterías.

—Te extraño.

—Solo eso me faltaba.

—Te extraño ¿Qué más puedo hacer? Solo buscar soluciones, sé que lo arruiné, fue mi culpa, nunca debí cuestionarte y menos intentar ser tu prioridad cuando está claro que tu familia siempre es primero, debí respetar eso y lo siento, Jin— ni siquiera podía hablar correctamente por el llanto, lo exasperó, odiaba cuando no vocalizaba como debía— lo siento, prometo ser mejor.

Y siguió, Seokjin escondió su rostro en sus manos y sus codos se apoyaban en el volante, su paciencia no era de oro y mucho menos eterna. Que fuese psiquiatra no significaba que era tolerante el cien por ciento del tiempo y por supuesto que habían momentos en los que él perdería los estribos.

Estaba a nada de perderlos.

—Por favor, vete.

—Jin.

—Si no te bajas por tu cuenta, tendré que sacarte yo mismo y te juro, Mary, que tú no quieres eso.

Ella comenzó a levantar la voz.

—¡No podemos terminar así!— su respiración también era un desastre— ¡Íbamos a casarnos, Seokjin! ¡Tenías un compromiso conmigo y no puedes echarte para atrás ahora!

—¡NO ME CASARÍA CONTIGO NUNCA!—gritó, Mary tembló en su lugar— ¡PODRÍAS SER LA ÚNICA MUJER EN ESTE PLANETA Y JAMÁS ME CONDENARÍA A EXISTIR A TU LADO!

Hubo un momento de silencio en el que ella se quedó viendo al frente y solo podían escuchar al resto de los autos abandonar el estacionamiento.

Mary respiró profundo y lo miró.

—Estás cansado— pronunció, sus labios temblando— hablaremos de esto con calma en otro momento.

—Déjame en paz— murmuró en respuesta— no vuelvas a buscarme, de verdad, llamaré a la policía si te atreves a volver aquí y tampoco se te ocurra acercarte a Sooji, ya hiciste suficiente para arruinarlo todo, no intentes arreglarlo. No me importa tu amor hacia mí, eso no es amor, realmente, tienes miedo a quedarte sola y nada más.

—Te necesito.

—Necesitas ayuda terapéutica— se encogió de hombros, mirándola— ni siquiera te dí un anillo ¿Cómo es que asumiste que nos casaríamos? Solo estaba dispuesto a acceder a vivir juntos, si eso funcionaba, quizás contemplar la idea del matrimonio, pero nada más. No funcionó, así que déjalo ir, déjame ir, busca a alguien más, no lo sé, pero no me hagas pasar estos malos ratos, no te humilles así, es desagradable.

Hizo oídos sordos.

—Hablaremos luego, Jin.

Bajó del auto.