"Consejo y ayuda"

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Tuvo que despedirse de Sooji demasiado pronto, pero, sabía que no tendría que pasar mucho tiempo para regresar a casa a verla. Por lo menos obtuvo una muy buena sesión de besos que subió su ánimo al cien por ciento y mantuvo presentes las razones por las que anhelaba y adoraba tanto a Sooji.

—Jin— espabiló, su jefe había llegado hace media hora y él ya le había dado el reporte de todas las actividades que había hecho hasta el momento por él— creo que estás cansado, me has ayudado lo suficiente.

—Estoy bien— sonrió a medias— ¿Pudo ayudar a sus amistades?

Asintió.

—La única hija de mi amigo ha quedado embarazada por primera vez a los cuarenta y tres años, tiene dos semanas y pocos días—comentó— me pidieron ir, realizar una revisión y mantener un seguimiento.

—¿Cómo se encuentra de salud? Debe cuidarse el doble debido a su edad, aunque no es imposible ser madre a los cuarenta, está más que perfecto, sin embargo hay que tomar medidas extra.

—Lo sé, hijo, se lo he dicho. Pero ella está muy bien, se ejercita y es muy saludable, no hay peligro— apretó su muñeca— tal vez quieras acompañarme y ayudarme a recibir el bebé cuando llegue el momento de dar a luz, por ahora... dime qué tienes.

Le miró, sonrió luego, viendo a las fotografías en el escritorio del mayor, Seokjin aparecía en muchas de esas.

—Es sobre Sooji.

—¿Qué ocurre?— suspiró, levantándose, le dio la hora libre a su secretaria, entró y cerró con el seguro activado— Siempre que hablamos de Sooji...

—Pasó— se sentó a su lado, no quería que el escritorio fuese como una barrera al hablar— resultó que... estábamos hablando, dije algo que no tuve que decir porque con eso insinué que... que la quería.

—¿Te rechazó?

Negó.

—Ella se desnudó y yo la besé— él arqueó ambas cejas, entendiendo el desenlace del asunto— y pasó.

El mayor conocía a Seokjin desde los veinte, hablaban mucho y se contaban todo, también conocía a Sooji y entendía muy bien el porque la amaba tanto. Por años intentaron meterse la idea en la cabeza de que Sooji solo se comportaba de manera tan sugerente porque no confiaba en otro hombre más que en Seokjin y que el ocuparse de él cada día era solo una forma de agradecerle por todo lo que ha hecho por ella.

Su primer matrimonio acabó porque Seokjin ya no podía convivir en el mismo espacio con una mujer que no lo llenase o le hiciera sentir vivo, además, su ex esposa nunca trató a Sooji con respeto y no quería que Seokjin la tuviese presente en su vida.

Ambos se habían sentido aliviados cuando Seokjin logró tener otra relación que parecía próspera con aquella mujer; Mary.

Pero ya sabían cómo había terminado aquello, así qué.

—¿Quien más sabe sobre esto?

—Nadie. Creo que habernos ido de casa de nuestros padres desató todo.

—No busques culpables, esto sucedió porque tenía que suceder— apretó sus hombros— no te sientas como el mal autor de esto, dime cómo han ido las cosas desde que estuvieron juntos sexualmente.

—Creí que sería algo solo de atracción física— veía en sus ojos que era más profundo que eso— pero no, es algo de todo, es... es el sexo, es verla y sentir que quiero abrazarla todo el día, querer salir, tomarle la mano, compartir con ella... me encanta estar con ella y no se reduce a estar en la cama.

—La amas.

—La amo— relamió sus labios—  no quiero terminar con esto, quiero que avance y continuar teniéndola de la forma romántica pero, no va a funcionar.

—Si nadie sabe...

—Mis padres, Mary— bufó — Mary está teniendo problemas para soltarme, está constantemente encima, insistiendo. No sé qué hacer.

—Aquí, nadie más que yo, está enterado, así que no te estreses, hijo. Te ayudaré a mantener este secreto en lo que encontramos una manera— negó— si Sooji es quién te hace feliz, no tienes por qué renunciar a ella de ninguna manera.

—Es que no creo que se pueda esconder por mucho.

—Encontraremos una forma y sí que se puede. Nadie tiene que saberlo y tú no puedes comentar esto con absolutamente nadie más que conmigo.

Asintió, si él le decía que se podía, Seokjin daría todo de sí para que en efecto, se pudiera.

Asintió, si él le decía que se podía, Seokjin daría todo de sí para que en efecto, se pudiera

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