"Me encantas"

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—S-Siempre— sonreía aunque era difícil hablar— siempre, oppa.

Como si fuese el mejor momento para confesarlo todo, no mentiría, Sooji se sentía victoriosa.

Enredó sus brazos en su cuello y continuó moviéndose sobre la erección de Seokjin, impulsada y guiada por él y sus manos bruscas, jadeaba en su boca, él la seguía en ese desborde de placer.

Cambió la posición lanzándola al centro de la cama, se deshizo del pantalón para dormir y necesitado, se ubicó entre las piernas de Sooji, ella mantenía presión en sus rodillas para separarlas lo suficiente. Tragó saliva acariciándose él mismo, la tomó de los tobillos para acercarla, sacándole una risilla en medio de jadeos por la brusquedad del mayor, risa que murió más tarde.

No podía evitar tener preguntas, pero si podía intentar dejarlas para después, primero quería continuar hundiéndose en esa calidez deliciosa, tener aquellas piernas de ensueño colgando alrededor de su cintura mientras hacía presión en la carne de su cadera y muslos para sacarle todos aquellos sonidos que, en definitiva, le pertenecían a él.

Con su rostro cerca y sus hombros a su disposición para sostenerse, Sooji le rogaba por un beso que acallara su ruidoso ser, pues sí esperaba que Seokjin fuese complaciente en la cama, pero no se imaginó que sería del tipo brusco. Le encantaba, ser sacudida nunca se sintió tan bien.

Él, por su parte, se negaba a callarla, quería escuchar que tanto se había perdido. Con su única mano libre, apartó los cabellos que se habían escapado de las trenzas, sin dejar de moverse, besó sus pómulos, su nariz, ganándose una sonrisa suave de ojos cerrados por parte de Sooji.

Le ardía la espalda, arqueó ambas cejas.

—Esas uñas...— se mordió los labios, ya comenzaba a apretarlo, haciendo difícil la tarea de deslizarse— cielo...

No dijo más, solo tomó ambas manos, las colocó por encima de su cabeza y presionó con fuerza para mantenerlas allí y evitar que se mueva o siga rasguñandolo. Se detuvo un momento para besarla y ambos recuperar aire.

—¿Duele?

—No...

—¿Puedo ir un poco más fuerte?

Eso la descolocó bastante, según ella, ya iban a un ritmo fuerte. Se abstuvo de comentarlo y solo afirmó.

—Si, bien.

—Vale— sonrió.

Se acomodó, notó la fuerza que aplicaba en sus brazos y casi lo felicitó por su soporte. Ella con solo treinta segundos arriba ya se cansaba,  se rió por sus propios pensamientos, Seokjin la miró.

—¿Qué?

—Pensé algo tonto— le contagió su risa— lo siento.

Negó.

—Está bien. Solo tú puedes ser así en un momento como este, me encanta— tragó saliva— me encantas.

Un golpe de dicha directo al corazón de Sooji. Trató de responder de la misma manera, pero el empuje regresó el ambiente erótico y desenfrenado de hace unos momentos, dándose cuenta de que sí podía ser más fuerte y de que los dos podían ser muy, muy ruidosos.

 Trató de responder de la misma manera, pero el empuje regresó el ambiente erótico y desenfrenado de hace unos momentos, dándose cuenta de que sí podía ser más fuerte y de que los dos podían ser muy, muy ruidosos

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—Duerme, oppa.

—Ya no tengo sueño y son casi las seis.

Rieron, de hecho, ambos poseían un tono de risa bastante similar.

—De verdad que...

—¿Tú tienes sueño?

—No, de hecho, estoy bastante despierta— ella solía levantarse a esa hora para comenzar el día.

Seokjin se acercó, queriendo dedicarse a deshacer las trenzas que ya eran un total desastre, viendo el cabello quedarse ondulado. No querían arruinar el momento teniendo una charla respecto a lo que había pasado.

—Vaya, tu cabello solía verse así cuando eras una adolescente. Una adolescente con lentes gigantes, brackets.

—Si, no era la más bonita de la clase ese año.

—Claro que eras bonita, ninguna de esas cosas opacaban tu rostro y tenías tu color natural en el cabello...

—He estado pensando en regresar al negro.

—Deberías, se ve muy bien.

Sooji acarició su mejilla con el pulgar, acurrucándose contra su pecho y sintiéndose segura ahí.

—Oppa.

—¿Sí?

—¿Esto fue algo de una sola vez? Quizás...

—No— fue sincero— fue algo importante para los dos. Y no me arrepiento de que pasara, solo... esperemos un poco, no hablemos a profundidad sobre esto y solo dejémoslo fluir.

Se impulsó un poco para alcanzar sus labios, volvió a besarlo, él volvió a seguirle el paso con ese beso y alejaron todo tipo de preocupaciones o culpas. Por ahora todo estaba bien y Seokjin se repetía que iba a encargarse de que siguiera de esa manera.

 Por ahora todo estaba bien y Seokjin se repetía que iba a encargarse de que siguiera de esa manera

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OPPA❞ ksjDonde viven las historias. Descúbrelo ahora