[1] Bajo las Luces de París [Miraculous Ladybug & ChatNoir]

Capítulo 11

Las imágenes que uso para ilustrar la historia no son mías, sino que las encuentro en google.

Marinette:
Tratamos de luchar contra Chloe, pero esta se escondía detrás de los civiles controlados, a los que no podíamos dañar, por obvias razones.

—Estamos gastando tiempo y energía con ella—Le dije al equipo—¡Traten de no usar sus poderes! Los necesitaremos para cuando Shadowmoth aparezca.

—¿Qué te hace pensar que va a aparecer?—Me preguntó Rena.

—Está muy lejos de Adrien como para controlarlo—Le dije, en voz baja—Seguro vendrá a controlarlo, para usarlo en nuestra contra.

—Y ahí es cuando ejecutaremos...

—Menos palabras y más acción—Dije, interrumpiéndola—No queremos ser escuchadas.

No pasó mucho tiempo antes de que el susodicho apareciera. Lo vi mover el anillo falso en su dedo, pero ChatNoir aún no lo había visto.

—¡DÉJALO EN PAZ!—Grité, señalando a dónde se encontraba Shadowmoth, y captando la atención de mi gatito, quien entendió mi indirecta perfectamente.

—Adrien, te ordeno que me traigas los aretes de Ladybug—Gritó Shadowmoth, mientras movía el anillo falso en sus manos.

—¡Rena!—Grité, captando la atención de Alya.

—L...lo siento, M'Lady, no tengo opción—Dijo ChatNoir, mientras fingía que no podía evitar ser controlado por su padre.

—¡No otra vez, ChatNoir!—Grité, fingiendo enojo.

—¡Yo me encargo!—Dijo Rena, mientras fingía pelear con él—¿Así la amas? ¡No quisiera ver si la odiaras!

—Sabes que mi padre me controla—Dijo Chat, fingiendo frustración.

—¡Pues libérate!—Gritó Rena.

—¡No puedo!—Respondió Chat.

Los demás aún estaban ocupados, tratando de derrotar a la Reina Avispa, sin dañar a los civiles controlados por ella, y yo aproveché para irme a pelear directamente con Shadowmoth. Necesito quitarle el Miraculous del pavo real, al menos... Era lo único que tenía en la cabeza en ese momento.

—¿No trajiste a tu amiguita Mayura?—Lo provoqué, planeaba hacerlo caer en el mismo juego que utilizó con Adrien la última vez—Oh, ya veo. ¡Te abandonó! ¿Por qué será que nadie quiere estar al lado tuyo? Hasta a tu propio hijo lo tienes que controlar, usando magia, porque ni él quiere estar contigo.

—Cuida tus palabras, jovencita—Dijo, mientras lanzaba golpes, los cuales, yo esquivaba.

Yo me sentía débil, pero trataba de aparentar estar fuerte para que Shadowmoth no se diera cuenta. No estaba en condiciones de lanzar un ataque, así que me dediqué a esquivar cada uno de los suyos, para poder cansarlo, y robarle los Miraculous.

—O si no, ¿qué?—Respondí, con rebeldía.

—Voy a crearte en mi nuevo mundo, y vas a estar igual de loca por mi hijo, pero en este nuevo mundo, sus sentimientos no te corresponderán.

—Eso, si logras poner tus sucias manos en mis aretes, y desde ya te digo, ¡primero muerta!

—Aún no sé quién será el amor de la vida de Adrien... mmm... había pensado en esta modelo italiana, Lila Rossi.

—¡Jamás!—Grité, alterada.

¡Eso sí que no! No iba a dejar que mi gatito cayera en las redes de esa víbora mentirosa.