Las imágenes que uso para ilustrar la historia no son mías, sino que las encuentro en google.
Adrien:
Me bajo del coche, acompañado por mi madre y por Natalie. Los Dupain-Cheng nos reciben alegres, aunque el señor Tom no me quita el ojo de encima. La mesa está lista, y me toca sentarme justo en frente del padre de Marinette, lo cual, me pone los nervios de punta, aunque esta era mi oportunidad de ganármelo. Mi madre se sentó en una esquina de la mesa, la que quedaba más cerca mío, y del señor Tom, mientras que Natalie, se sentó en la otra esquina, quedando cerca de la señora Sabine, y del asiento vacío que había a mi lado, en donde supuse, iría Mari.—¿D-dónde está Marinette?—Pregunté, ¡diablos! En verdad estaba nervioso.
—Ya debe de estar al bajar—Dijo la señora Sabine, y miró hacia la escalera—¡Marinette, te estamos esperando! Solo faltas tú, cariño.
—¡Ya estoy bajando!—La escuché decir, y su voz sonaba más cerca.
Quedé petrificado al ver tan hermosa musa bajar aquellas escaleras. Llevaba un vestido sin tirantes, cuyo rosa oscuro le quedaba ajustado hasta su estómago, y de ahí, bajaban hermosos vuelos, de diferentes tonos de rosa, hasta la mitad de sus muslos. Se había puesto unas sandalias blancas con brillos. Traía su cabello suelto, y una pequeña peineta de flores plateadas, recogiendo un poco de cabello por detrás de su oreja. Sus ojos brillaban, y sus mejillas estaban rojas, al igual que las mías. ¡Se veía tan hermosa!
Sentí que mi mamá empujó mi mandíbula hacia arriba, mientras me miraba sonriente, y yo solté una risita tonta.
—¿E-es demasiado?—Preguntó mi novia, mirando hacia el suelo, y jugando con sus manos.
—¡N-no!—Tartamudeé—T-te ves hermosa, absolutamente hermosa, la chica más hermosa que he visto en mi vida. Hermosa.
Estaba completamente embobado, y solo podía pensar en lo bella que se veía esa noche.
—Estás preciosa, hija—Le dijo su padre, con una sonrisa.
—G-gracias—Tartamudeó—A-a los dos.
Yo me levanté, y jalé su silla, para que ella pudiera sentarse. Y una vez ella estaba sentada, me senté yo, y tomé su mano, para luego, besarla. Con el rabiato de mi ojo, estaba pendiente a todos los gestos de su padre, quien asintió, en forma de aprobación hacia mi acto de caballerosidad.
—Me alegra mucho que, al fin puedan estar juntos, chicos—Nos dijo la señora Sabine, con una sonrisa.
—Yo también—Dijo Natalie—Basta con ver como le brillan los ojos a los dos.
Ok, eso había sido incómodo. Tanto Marinette, como yo, estábamos estáticos, mirando hacia nuestros platos, más rojos que un par de tomates. Tomé su mano por debajo de la mesa, y comencé a acariciar la pata que se calmará un poco, y ella hizo lo mismo conmigo.
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[1] Bajo las Luces de París [Miraculous Ladybug & ChatNoir]
Fanfic[La historia contiene LEMON) Marinette Dupaing es una adolescente y también la heroína de París, quien día a día enfrenta sus mayores miedos con tal de salvaguardar la vida de la población parisina, pero todo cambiará cuando se entere que su más gra...