Capítulo 14

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Las imágenes que uso para ilustrar la historia no son mías, sino que las encuentro en google.

Marinette (16 años, en el presente)
Intenté levantarme, pero mi cabeza chocó contra la parte de abajo de mi escritorio.

—OW—gruñí, mientras me levantaba, frotando el golpe en mi cabeza.

—En verdad eres un pequeño desastre—Me dijo la peliazul, y ahora que vi su rostro, me di cuenta de que se trataba de mi yo del futuro, quizás de unos 25 años de edad—No lo recuerdo, pero espero que tú me ayudes a hacerlo.

—¿Eres mi yo futura?—Pregunté, en un hilo de voz.

¿Cómo era posible que yo acabara así de radiante, y hermosa si mi depresión me estaba matando de a poco?

—¡Inteligente! No esperaba menos de ti, mini-yo—Me dijo, calmada, mientras me regalaba su sonrisa—¿Podemos hablar, antes de que llegue Alya?

—¿Hay algún regaño para mí, Bunyx?—Pregunté, mirando a la antes mencionada—Sé que me lo tengo bien merecido, pero la verdad es que no es un buen momento.

—No, mini-bug, es el momento perfecto—Me respondió, con una sonrisa pícara en su rostro—Y el regaño no te lo daré yo, sino tu versión adulta. Ahora, ¿qué tal si te sientas en tu cama, y te escuchas a ti misma?

Me senté en la cama, justo al lado de mi versión mayor. La miré, avergonzada, pues sabía que le había fallado, pero esperaba poder explicarle que estaba tratando de arreglarlo todo con una solución rápida, pero mi corazón dolía al hablar del tema, ni siguiera era capaz de mirar a la torre Eiffel desde mi balcón, sin echarme a llorar, ya que todo sucedió al pie de la misma.

—Lo siento—Comencé—Sé que te fallé, pero estoy tratando de arrancar este dolor de nuestros corazones. Con lo que voy a hacer, Adrien ya no dolerá, será como si jamás hubiese existido, ni Ladybug, ni ChatNoir, ni nada de esto—Cerré mis puños, apretando la tela de mis pantalones de pijama.

—Y luego, nuestros padres te llevarán con varios psiquiatras, tratando de explicar tu repentina amnesia—Me dijo mi versión futura—Y los médicos culparán al trauma, pero no le encontrarán mucho sentido porque ya han pasado varios meses, y serás una rata de laboratorio el resto de tu vida. ¿Eso es lo que quieres para nosotras, Marinette? ¿Estar medicadas todo el tiempo, de un centro de salud mental en otro?

—N-no—Tartamudeé. En realidad, no había pensado en eso, y ella tenía toda la razón—¡Mierda! No hay solución. Lo lamento tanto... nos fallé, no pude evitar que ese monstruo acabara con Adrien, y ahora, no puedo arreglarlo. Pensé que olvidar sería la solución más fácil.

—Lo fácil, a veces, complica todo aún más. ¿No aprendiste nada cuando Simpleman casi les quita sus Miraculous a ChatNoir y a ti?—me regañó Bunyx.

—¡BUNYX!—la regañó mi yo futura—Claramente, está pasando por un momento muy duro. Lo menos que necesita es que la regañes.

Era cierto, no había aprendido nada de mis errores pasados; los seguía cometiendo, y me habían costado la vida de Adrien. Mis ojos ardían, y mi corazón casi se había adaptado a la sensación de tener mil cuchillos clavados en él. No pude contener mis lágrimas, y rompí a llorar.

—¡Perdóname!—le dije a la chica—Lo hice todo mal, no fui lo suficientemente fuerte, y él... él solo quería protegerme. Se sacrificó por mí—mis manos se encontraban apoyadas en sus hombros, y mi rostro, escondido en su pecho.

—Lo cambiaste todo, linda—Me dijo mi yo futura, mientras me abrazaba, y sonaba mi espalda—Borraste aquella línea devastadora para nosotras, y abriste una nueva, una hermosa, en la que...

[1] Bajo las Luces de París [Miraculous Ladybug & ChatNoir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora