[1] Bajo las Luces de París [Miraculous Ladybug & ChatNoir]

Capítulo 63

Las imágenes que uso para ilustrar la historia no son mías, sino que las encuentro en google.

Marinette:
Ahí estaba: el chico de mis sueños, arrodillado frente a mí, con un hermoso anillo, y pidiéndome que fuera su esposa en la cima de la torre Eiffel.

Esta vez sí hiciste las cosas bien, Adrien... Pensé, mientras las lágrimas de felicidad salían de mis ojos, y mis manos cubrían mi boca. Definitivamente, era el mejor regalo de cumpleaños que recibiría... Podía ver el sudor en la frente de mi novio, mientras que mi corazón quería escapar de mi pecho, y mis pulmones, querían explotar.

—¡Sí!—Respondí y vi el alivio plasmarse en su rostro—¡Sí, sí, sí, y sí!

Con sus manos temblorosas, colocó el anillo en mi dedo, y se levantó, para abrazarme. Me alzó del suelo, y me dio vueltas, mientras ambos reíamos.

—Mamá y Natalie nos ayudarán a planearlo todo—Comenzó a hablar, sin parar, creo que eran sus nervios—Podemos tenerlo todo listo dentro de seis semanas.

—¿Dos semanas de luna de miel, y una para mudarnos, e instalarnos en el apartamento que nos darán juntos por estar casados?—Pregunté, mientras cruzaba los brazos, y arqueaba una ceja.

Obviamente, mi supuesta seriedad era una broma, y fue divertido ver como su alma abandonó su cuerpo, pero regresó al instante, cuando tomé su mentón, y dejé un suave beso en sus labios.

—Sí me hace mucha ilusión la idea de casarnos, y de vivir juntos—Aclaré—Aquella vez, me enojé porque en verdad me diste a entender que lo veías solo como un trámite.

—Y porque te grité, lo cual, no se va a volver a repetir, lo juro—Tartamudeó, y me daba tanta ternura que estuviera tan nervioso.

—Te amo, Chaton—Dije, y pegué mis labios a los suyos, en un ardiente beso que fue subiendo la temperatura de ambos, más rápido de lo normal.

—Te amo, princesa—Dijo, en medio del beso—Garras fue-...—intentó destransformarse, pero mi dedo en sus labios, lo cayó.

Jamás había fantaseado con Adrien en el traje de ChatNoir, pero esta noche, no había parado de hacerlo. Quería que hiciéramos el amor en nuestras formas de superhéroe, quería que ese felino me poseyera, y me devorara toda, después de todo, era mi futuro esposo, ¿no?

—¿Qué pasa, M'Lady?—Preguntó, confundido.

—¿Nunca has tenido ganas de desnudar a Ladybug, y de hacerla tuya?—Pregunté, con tono coqueto.

—¿Acaso eso se puede?—Preguntó, sorprendido, y sus pupilas se dilataron al pensarlo.

Yo solo me acerqué a él, y tomé su cascabel, para luego, hablarlo hacia abajo haciendo que se abriera el zíper, y dejando al descubierto su trabajado pecho.

—Al parecer, sí—Dije, con picardía, mientras mordía mi labio inferior—Lo único que no nos podemos quitar es la máscara.

—Eso lo hará más divertido—Dijo, tomando mi trasero, y atrayéndome hacia él, dejándome sentir su ya notable erección contra mi sexo.

—Wow, te gustó mi idea, gatito—Le dije, mientras jugaba con su cabello alborotado.

—Mucho—Dijo, cerca de mis labios, y comenzó a besar mi cuello con pasión.

Aún me resultaba gracioso que yo haya aceptado ser la esposa de ChatNoir, y de que estuviera a punto de acostarme con él, literalmente.