Capítulo 4

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Las imágenes que uso para ilustrar la historia no son mías, sino que las encuentro en google.

Marinette:
Subimos hasta mi cuarto, y cerré la puerta con seguro. Puse la comida en mi escritorio, y respiré profundo. Realmente, tenía mucho que contar.

—Alya, hoy pasaron demasiadas cosas y... no sé por dónde empezar—confesé, un poco aturdida.

—Por el principio, amiga—Me dijo Alya, poniendo sus manos en mis hombros.

—Ya sé quienes son Hawckmoth y Mayura, todo gracias a Chat Noir, y también sé quién es él, y él ya sabe quién soy, y le conté quién eres, también.

—Bueno, entonces ahora seremos más fuertes los tres porque no hay secretos.¿Y quién es Hawckmoth?

—El padre de Chat Noir, Gabriel Agreste, y Mayura es Natalie, su asistente.

La confusión se reflejó en los ojos café de mi amiga, mostrando esa mirada que tenía cuando su cerebro estaba trabajando a mil, armando un rompecabezas.

—A ver, a ver, espera. ¿Hawckmoth es el padre de Adrien? ¡Espera un segundo! ¿Chat Noir es Adrien?—dijo Alya, al poner todas piezas juntas.

—Sí, y no me corresponde a mí contar la historia de cómo fueron las cosas, sino a él. Solo te puedo decir que Adrien huyó de su casa, y que está escondido aquí, pero nadie lo puede saber—hablé en voz baja.

—¡Marinette, eso es una locura! Adrien es un menor de edad, al igual que tú, y que yo. Seguramente Gabriel lo va a reportar como desaparecido, y todo Paris lo va a estar buscando.

—Si lo vienen a buscar a aquí, se puede transformar en Chat Noir, y salir por la ventana.

—¿Y dónde está?—preguntó Alya, mirando a su alrededor.

—Ya puedes salir, Adrien—Dije, luego de dar un largo suspiro.

Adrien salió de mi closet, en donde estaba escondido, y saludó a nuestra amiga.

—Hola, Alya—dijo su voz, un poco tímida.

—¿Estás bien, Adrien?—Le preguntó Alya, mostrando empatía ante la situación.

—Como se puede estar después de descubrir que todo este tiempo he estado peleando en contra de mi propio padre—respondió él.

—Pero... ¿por qué no puedes volver a tu casa?—cuestionó nuestra amiga.

—Porque mi padre me propuso unirme a él, y yo acepté para ganar tiempo. Si regreso a esa casa, tendría que ayudarlo, y estar a su lado, mientras akumatizan a las víctimas. Tendría que entregarle mi Miraculous a Marinette, y dejaría de ser Chat Noir.

—Pero nos servirías de espía—Comentó Alya.

—¡No!—dije, enérgica, y sacudí mi cabeza—Yo no me imagino peleando sin Chat Noir. Adrien se queda aquí. Ya nos eligió a nosotras por encima de su padre. No voy a permitir que salga mas lastimado por esto.

—Igual, yo no quiero volver a verlos, al menos, hasta la batalla final—Dijo Adrien, y sonaba muy cansado—Aún necesito digerir todo esto.

Adrien se sentó en mi cama, y apoyó su cabeza en su mano, mientras su codo yacía apoyado en su muslo. No pude evitar sentirme mal por él. ¡Rayos, lo amaba! Y me dolía verlo mal.

—Tranquilo, gatito, todo va a estar bien—Le dije, mientras me sentaba a su lado, abrazándolo, y él me correspondió.

—No sé qué haría sin ti, Bogaboo—Me dijo Adrien, y me sonrió, mientras apretaba fuerte mi mano.

[1] Bajo las Luces de París [Miraculous Ladybug & ChatNoir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora