Capítulo 50

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Las imágenes que uso para ilustrar la historia no son mías, sino que las encuentro en google.

Adrien:
De repente, ella salió corriendo, y Ethan miró hacia mí. Me fulminó con la mirada por un momento, pero al ver los libros de la universidad sobre la mesa, dejó de prestarme atención, para salir corriendo detrás de Marinette.

—Eso, princesa, huye de ese patán que no te conviene—susurré para mí mismo, con una sonrisa, y caí en cuenta de algo.

Por la forma en la que ella había salido corriendo, no le había gustado mucho el beso que digamos, pero igual seguiría intentando recomenzar al lado de alguien más. Después de todo, era una chica dolida, y seguramente, todo lo que quería era olvidarse de su dolor. Mi sangre hirvió porque sabía que ella jamás iba a ser feliz al lado de esa basura. La conocía demasiado, y sabía que ella merecia a un príncipe que la tratara como una reina, y no a un patán que la engañaría toda su vida.

Ella merecía saber la verdad detrás de nuestra ruptura, merecía saber el tipo de mierda que era Ethan en realidad, pero si ella se enteraba de lo que nos había hecho ese imbécil, él subiría el video a todas las plataformas, a menos que... ¿todas las copias fueran borradas? ¡Sí! ¡Eso es! Debía deshacerme de todas y cada una de las malditas copias.

Pagué la cuenta, y tomé mi comida, para luego, regresar de prisa a mi casa.

Marinette:
Seguí corriendo, hasta que, sin darme cuenta, había tomado un mal giro, acabando en un callejón desolado, en el que al fondo había un hombre que se acercó a mi, tan pronto notó mi presencia.

—Que linda chica me ha traído el destino—Dijo, sonriendo, mientras puso una mano en la parte de atrás de su pantalón

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—Que linda chica me ha traído el destino—Dijo, sonriendo, mientras puso una mano en la parte de atrás de su pantalón.

—¡Aléjate de mí!—Ordené, intentando mantener el tono de mi voz.

—Pero si no te haré nada, dulzura mía—Dijo y se acercó, al tiempo que yo retrocedía.

—Me voy de aquí—Dije, algo molesta y asustada.

—Eso si que no, ya verás, chiquita—Dijo, y corrió hacia donde yo me dirigía, alcanzando a jalarme el brazo con fuerza.

—¡Suéltame!—Grité, pero la presión que ejercía en mí era mucha, y el hecho de que me tenía prácticamente acorralada entre su cuerpo y una pared, me ponía muy nerviosa y me impedía dar golpes certeros.

—Ven acá—Dijo, y se pegó totalmente a mí, mientras el miedo me dominaba y las lágrimas estaban apunto de salir por mis ojos. Los cerré cuando, de repente, dejé de sentir presión, y vi a el sujeto a un lado, agarrándose el rostro y a Ethan parado a mi lado.

Ethan se agachó, y le dio una serie de golpes en distintas zonas sensibles del cuerpo al sujeto, antes de levantarse y mirarme preocupado.

—No te voy a preguntar si estás bien, porque seguro que no es así, entonces solo te diré que nos vayamos de aquí ahora, sigue delante de mí—me dijo sin tocarme, mientras yo asentí con la cabeza.

[1] Bajo las Luces de París [Miraculous Ladybug & ChatNoir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora