[1] Bajo las Luces de París [Miraculous Ladybug & ChatNoir]

Capítulo 66 [CONTINUARÁ...]

Las imágenes que uso para ilustrar la historia no son mías, sino que las encuentro en google.

Marinette:
Estaba muy sorprendida porque era la primera vez que akumatizaban a Ethan, y ¿me estaba buscando? ¿Por qué me llamaba cariño? Observé a Chat, quien gruñía, mientras apretaba sus dientes, y su puño. Pude ver que estaba ardiendo en sus celos, y sentí la necesidad de abrazarlo, sin bajar la guardia.

—Recuerda—le dije—Nuestro trabajo no es castigar, sino desakumatizar, ¿está claro?

—Este idiota no merece ser salvado—gruñó mi esposo, y vaya que lo entendía, yo lo sentía de la misma manera, pero por sobre todas las cosas, era la guardiana de la caja de los miraculous, y la portadora del poder de Tikki.

—Lo sé—gruñí, recordando lo que nos había hecho meses atras, las casi dos semanas que pasamos Adrien y yo separados, y sufriendo por culpa del chantaje de ese idiota.

Lo odiaba con todas mis fuerzas, y estaba segura de que Adrien también lo hacía.

—Siempre quise saber lo qué pasaría si le hago un chataclismo a una persona akumatizada—comentó.

—Chaton, sé que esto es difícil para ti, para mí también lo es, pero no podemos matarlo, por más que lo merezca. No somos como él, no cedemos ante el odio, a nosotros nos mueve algo mucho más fuerte—le dije, regalándole una sonrisa, y apretando su mano con fuerza.

—Lo sé, M'Lady, a nosotros nos mueve el amor—Respondió, correspondiendo a mi gesto, y sonriéndome de vuelta.

—Marinette, ¿cómo pudiste casarte con él despues de lo qué pasó entre nosotros?—Gritó Ethan, y sonaba cada vez más cerca.

—¿Es en serio?—le grité, furiosa, mientras salía de mi escondite—Si te vas a inventar una mentira, al menos, que sea creíble.

—Conozco a Marinette—dijo Chat—no hay forma de que haya pasado la más mínima cosa entre ustedes dos.

—Sí, ¡qué asco!—comenté.

—Oh, pero claro que pasó—dijo Ethan, con un sonrisa victoriosa en su rostro—Y no saben como gritaba mi nombre, la muy zorra.

—¡ESO ES MENTIRA!—gritamos Chat y yo, al simultáneo, y luego, nos miramos, regalándonos una cálida sonrisa, al ambos notar la enorme confianza que nos teníamos.

Definitivamente, estábamos listos en para ser el más sólido de los matrimonios.

—No conocen muy bien a su amiga, que digamos—se siguió burlando el idiota, mientras destruía todo a su paso—¿ESCUCHASTE, AGRESTE? ¡ME FOLLÉ A TU CHICA, Y ELLA LO DISFRUTÓ! Se olvidó de que existias cuando estaba en mis brazos.

Este idiota se había pasado de la raya con sus mentiras, y me daba pánico que Adrien se las creyera. Lo miré, y todo lo que mis ojos pudieron captar era él, lanzándose sobre mí, haciendo que ambos cayeramos abrazados en el suelo. Levanté mi mirada, y alcancé a ver que me había salvado de Volpina.

—Está mintiendo—dije, con mi voz temblorosa

—Lo sé—dijo, y me miró con una pequeña sonrisa, la cual, se desvaneció rápidamente, dejando una expresión seria en su lugar—Pero eso no quiere decir que sus palabras no taladren mis oídos.

—Acabemos con esto—dije, mientras le enviaba un mensaje a Alya, y a Luka—Esta batalla la ganaremos usando el cerebro, y no la fuerza bruta.

—¿Qué tienes en mente, Milady?

—Buscar refuerzos—dije, seria—¿Recuerdas dónde recargábamos los kwamis antes de saber... lo que no se supone que debíamos saber?

Me refería a nuestras identidades secretas, cuando debíamos ocultarnos el uno del otro en las alcantarillas. Podíamos comunicarnos, pero un muro nos separaba, un muro que, por suerte, logramos derrumbar hacía ya algún tiempo.