[1] Bajo las Luces de París [Miraculous Ladybug & ChatNoir]

Capítulo 22

Las imágenes que uso para ilustrar la historia no son mías, sino que las encuentro en google.

Marinette:
—¿Vas a abrir el portal aquí?—Preguntó Alya, observando la ventana del sótano.

—Sí, pero no es lo que haré ahora—Respondí—Primero, hay dos mujeres a las que debo sanar.

—Marinette, Adrien es nuestra prioridad—insistió Natalie—Olvídate de nosotras, al menos, hasta que lo recuperes. Es lo que ella hubiera querido—observó la urna de cristal que mantenía con vida a la señora Emilie.

—No, Natalie—Aclaré—La magia que ha sido utilizada aquí es para un propósito oscuro, necesita un poco de claridad que ilumine toda esta energía.

—¿A qué te refieres?—Preguntó Alya, confundida.

—Curar a una persona es un motivo noble, la magia que use para ello estará llena de luz—Expliqué—Transformará toda esta energía negativa, en positiva, y entonces, podremos usarla para abrir el portal.

—¡Gran idea!—Dijo Natalie—Pero ¿segura de que puedes hacerlo? Debes controlar muy bien tus emociones.

—Fue un acto de amor lo que las enfermó a las dos, y un acto de amor las salvará—Dije, más calmada que nunca—Ambas son demasiado importantes para Adrien, él las ama, y yo lo amo a él, y haría lo que fuera para verlo bien, y feliz. Adrien las necesita, y nuestro amor no solo lo salvará a él, sino a ustedes, también.

Cerré mis ojos, y activé mi yo-yo. Comencé a pensar en todos los momentos hermosos que pasé junto a Adrien, y todas las veces que ChatNoir peleó a mi lado. Recordé cuando los vi llorar, y mi deseo de hacerles sentir mejor a toda costa. Recordé los sentimientos que comenzaron a crecer en mí hacia Chat, y los que prevalecían ardiendo en mi pecho por Adrien. Recordé el alivio que sentí cuando supe que ambos eran la misma persona: el amor de mi vida.

Esta vez no habían emociones negativas, solo amor, y fe. Tenía la certeza de que lo lograría, y sentía una energía hermosa fluyendo por todo mi cuerpo, hacia mis manos. Se sentía como la vida misma, alegre y apasionada. Estaba sonriendo como una completa idiota.