[1] Bajo las Luces de París [Miraculous Ladybug & ChatNoir]

Capítulo 26

Las imágenes que uso para ilustrar la historia no son mías, sino que las encuentro en google.

Marinette:
Me encontraba totalmente recuperada, y en mi forma civil, pero no había señales de los kwamis. Supuse que ambos estaban protegidos dentro de los miraculous. Poco a poco, todo lo que sucedía a mi alrededor se fue aclarando. Había sido atacada por varios sentimonstruos furiosos, nunca pude saber cuantos, en realidad, pero había sido salvada por una chica misteriosa que era idéntica a mí.

Recordé un día en particular, el día que casi fui akumatizada, cuando me suspendieron de la escuela, y mis padres habían decidido que les ayudaría en la panadería, hasta que encontraran una escuela que me aceptase.

Recuerdo que vi en las noticias que Mayura peleaba con Ladybug, y tuve que escabullirme para evitar que engañaran a mi gatito. Al llegar, la encontré a punto de besar al minino. Recuerdo haberle quitado el objeto con el amok a Mayura, y habérselo entregado a la sentimonstruo, dandole así su libertad. La invité a pelear a nuestro lado, y ella aceptó por su libre voluntad, para que luego, Mayura la liberara de su existencia.

¿Podía aquella sentimonstruo, a la que le ofrecí libertad, y que luego, perdimos en batalla, la chica misteriosa que me había salvado? Me pregunté, al armar el rompecabezas en mi mente, y darme cuenta de que todo encajaba.

Me levanté del catre, y comencé a caminar por los interminables pasillos del lugar, hasta que, sin querer, choqué con ella, y ambas acabamos cayendo al suelo.

—Lo siento, soy demasiado torpe—dije, mientras la ayudaba a levantarse.

—¡Sí que lo eres!—dijo, amablemente, mientras se reía.

—T-tengo que preguntarte algo—tartamudeé, apenada—Necesito aclarar esta duda.

—Pregunte, entonces, chica humana—me dijo, amablemente.

—¿Por que me salvaste?—Pregunté curiosa.

¿Qué podría interesarle a ella de mí?

—Bueno, ese es mi trabajo aquí—dijo, alzando los hombros—Nadie me dijo que debía hacerlo, solo me nace hacerlo, ¿entiendes? Me hace feliz.

—Pero... me trajiste a tu propio escondite, ¿por qué confías tanto en mí?

—Porque sé que eres leal, y siempre haces lo correcto, aunque los demás te cuestionen.

—¿Me conoces de antes?—Pregunté, tratando de atar cabos.

¿Sería que solo me había querido devolver el favor?

—Eres la chica que vio en mí, al igual que ChatNoir, lo que nadie mas vio—Dijo ella—Ustedes no vieron a un sentimonstruo, sino a una persona capaz de sentir emociones, como cualquier otra, y en vez de intentar destruirme, me diste lo más preciado: mi libertad.

—Lo siento—dije, apenada—No pude evitar que Mayura te desterrara a este horrible lugar.

—No te preocupes, yo soy feliz aquí, pateando sentitraseros—aclaró, con una sonrisa—Por otro lado, el chico que rescaté, y a quien dejé en un refugio seguro hace 4 años, no pertenece a aquí, sino en tu mundo, al lado de su amada.

Cuatro años... ella dijo que dos meses en mi mundo equivalían a un año aquí, lo cual, significaría que cuatro años aquí, son ocho meses en mi mundo, y justo ocho meses hacía de la desaparición de Adrien. Até los cabos, y todo cuadraba: Adrien era ese chico.

—¿Sabes el nombre de ese chico? ¿Sabes dónde y cómo está?—pregunté , desesperada.

—Wowow, una pregunta a la vez, Marinette—Me dijo, con una sonrisa tímida.